Entre la causa de fuerza mayor y que aún debo de ser muy novata, pues tengo repensados los posts que quiero ir subiendo, e incluso, anotados en mi estupendísimo Blog Planner, pero no creados, ni mucho menos programados; hoy el post será simplemente de inspiración a la esperanza.
¿Por qué?
Porque ésto es justamente lo que necesito en estos momentos.
Esperanza para pensar que las cosas mejorarán. Esperanza para pensar que, si empeoran, por algo será. Esperanza para superar las disyuntivas en las que decimos que nos pone la vida, aunque tengamos mucho que ver en ellas. Esperanza para creer con fe ciega, que al final todo se arreglará, saldrá bien, pasó porque tenía que pasar...
Como siempre, entre tanto fandango que nos forma la vida, ocurre algo que nos hace reposicionar nuestras prioridades. Lo chungo resulta no ser tan chungo; lo bueno, ya no lo es tanto.
En mi caso, hoy, un familiar muy cercano, que lleva mucho tiempo enfermito, por ser muy viejito, ha empeorado.
¿Será un susto, será un aviso, será sólo un bachecillo?, sea lo que sea, más cuando es carne de tu carne, duele ver sufrir y no poder ayudar a minimizarlo o mejorarlo.
Lamentablemente, hay cosas que hay que enfrentar como vienen y eso hacemos en mi family, que por suerte, nos tenemos los unos a los otros, nos queremos con todas nuestras imperfecciones, apretamos los dientes cuando hay que hacerlo y tiramos sin más opción hacia adelante.
Hoy necesito esperanza y ésta es mi particular forma de inspirarme, porque la busco y la quiero encontrar:
Un abrazo,