No existe nada más delicioso que estar con la gente que nos llena el corazón y descansando, sea paseando o quedándose en la ciudad, la semana santa es la pausa que necesitamos para recargarnos de energía y para no enloquecer esperando a que lleguen las vacaciones de mitad de año.
Sin embargo…
Además de descansar, la semana santa trae consigo lo siguiente:
Si tu eres de esas personas que llevan un rutina alimenticia y física para mantener los kilos de más a raya, probablemente, no disfrutes tanto de los manjares que te encontrarás; por el contrario, si estarás con una creciente preocupación por el tamaño de tu abdomen.
Pero, ¡Puedes flexibilizarte!
Mira esto:
Solo necesitas un poco de planificación, tener tu meta clara, la disciplina necesaria y autocontrol, esto te permitirá disfrutar de la temporada de vacaciones sin ningún tipo de preocupaciones y lo más importante sin kilos ni medidas extras.
Además de esto, yo no te dejaré solo.
Te voy a dejar una lista de consejos que puedes seguir, con ellos no romperás la dieta y te mantendrás en forma; pero lo más importante: disfrutarás la semana santa como se debe.
Determinación al 100%:
La semana santa siempre es una excusa para dejar a un lado el entrenamiento y la rutina alimenticia. Muchas personas se escudan y se exceden con postres, dulces, guisos, pasteles y de más, creyendo que por hacer ejercicios el resto del año, no les hará daño pecar.
Pero…
Estarás comiendo más y ejercitándote menos, lo que significa: más kilos.
Si no puedes ir al gimnasio: trota. Si no puedes tomar tu batido en la mañana: come un desayuno saludable. Si no tienes tiempo para entrenar: sube escaleras o ponte a nadar.
Maneja tus tiempos:
La semana santa, aunque es una época de reflexión, puede ser un poco caótica; lo digo porque solo es una semana, solo una, para vacacionar.
Quieres hacerlo todo; pero es muy poco tiempo. Bailes, comidas, asados, conciertos, caminatas, etc. No tendrás escapatoria de los planes con la familia y los amigos.
Pero antes de zambullirte,
Planifica:
Los huecos de ese horario rellénalos con todos los planes que quieras y prepárate para disfrutar.
Enfócate en la meta:
Si desde antes estabas enfocado en que te gustaría perder un kilo durante la semana santa; pero además quieres disfrutar de la gastronomía y de los buenos planes:
Tenias que haberlo planeado y fijado desde antes, y deberás empezar a trabajar desde ya!
Solo tienes que estar enfocado, cumplir con tus horarios, no perder el norte y seguir como ibas.
Date un día de pecado gastronómico en la semana santa:
Con todas las comidas exuberantes sobre la mesa, los olores exquisitos saliendo del horno y muchas invitaciones a comer; será un poco difícil mantenerse a raya, desearás abandonar tu entrenamiento/rutina, y dejarlo en el olvido.
¡No lo hagas! ¿Solución?:
Regálate un día de pecado gastronómico.
Pero por un solo día olvídate, de la dieta, del gimnasio, del agüita de avena, de trotar; ese día será solamente para caer en la tentación, será para que te entregues a tus antojos y a tus caprichitos culinarios.
Pero…
Que sea solo un día, el resto de la semana santa sigue con tu rutina y cuidados. No sientas culpabilidad ni remordimientos, a veces es bueno dejarse llevar por el instinto.
Mira el lado positivo:
Si seguiste con mucho juicio tu dieta durante toda la semana santa (a excepción del día de pecar) pero…
No hiciste ejercicios sino 2, máximo 3 veces a la semana.
Que sea un motivo para volver con toda. Este bache en tu régimen solo te puede dar el mejor incentivo para que vuelvas a tu rutina con la mejor de las ganas y disposición.
No cambies tus patrones alimenticios:
Si en la semana santa tienes una invitación a una gran cena, o planeas darla en tu casa; no tienes por qué cambiar tus patrones de alimentación.
Muchas personas acostumbran a evitar sea el almuerzo o la merienda de la tarde para poder comer y probar de todos los platos de la cena en cuestión.
Sin embargo…
No es bueno que cambies tus patrones alimenticios, los nutricionistas afirman que esto puede hacer que ganes peso, además de darte uno que otro malestar estomacal.
En la gran cena, no cambies el tamaño de las porciones a las que estás acostumbrado comer.
El tamaño si importa:
El tamaño si importa. Modera y controla el tamaño de tus porciones durante la semana santa. Come tus platos favoritos pero con mesura.
Recuerda:
Los mimos con los que te exageres, se te notarán en el tamaño de tu abdomen al final de la semana.
Escoge bien:
Uno siempre tiene opciones.
Puede que las alternativas disponibles frente a ti sean muchas, variadas y no muy saludables; pero está en ti escoger lo que más te funcione.
En el peor de los casos, opta por comer una porción pequeña a una grande.
Hidrátate:
Es importante que aparte de tomar agua constantemente también comas con la misma regularidad, ya que si no lo haces el exceso de agua podría hincharte.
Otra manera de estar hidratado sería tomar “agüitas frutales”
Además el comer frecuentemente te ayudará también a bajar de peso.. Si quieres saber cómo…
Lee el artículo, adelgazar comiendo: la dieta de la que nadie habla.
Ahora lo más importante:
La semana santa es para relajarse y disfrutar.
No seas tan duro contigo mismo, y si por algún motivo se te va la mano con los apetitosos manjares, tómate la semana siguiente para hacer un extra entrenamiento; pero no dejes que la culpa te impida pasar unas buenas vacaciones.
Ve a pasar rico, y, cuéntame, qué harás en la semana santa? Cómo te cuidarás?
La entrada ¡En la semana santa no pierdas la línea! Consejos para seguir en dieta durante las vacaciones aparece primero en Dietas Para Adelgazar.
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