El sistema linfático, el gran desconocido.

Llegados a este punto del siglo XXI en el que las mujeres tenemos información casi de todo, también somos conscientes de la importancia troncal que tiene en nuestro bienestar y en nuestra salud y belleza tener un sistema linfático sano.  Y si bien somos conscientes de esto, también deberíamos serlo del hecho de que no es tan fácil mantenerlo en estado saludable.

Muchos son los motivos, nuestro tipo de vida demasiado ajetreada, nuestra alimentación pobre en nutrientes y rica en toxinas y nuestro sedentarismo junto con la polución medioambiental hacen que nuestro sistema linfático se gripe, se colapse, y por eso es tan necesaria la terapia manual y toda ayuda que podamos obtener para volver a poner la linfa en marcha.

La linfa es un líquido blanquecino que fluye de manera paralela al sistema circulatorio y que es capaz de movilizar moléculas más grandes y el líquido sobrante con sustancias de deshecho resultantes de los intercambios celulares hasta la sangre para que el organismo pueda desprenderse de ellos, por eso los edemas y retenciones se producen cuando el sistema linfático no puede depurar estas zonas, debido a que se encuentran demasiado encharcadas. Es un problema que aqueja a mujeres y hombres pero en especial las mujeres son las más afectadas porque uno de nuestros puntos débiles es todo el sistema vascular.

Es entonces cuando decimos que estamos hinchadas o retenemos líquidos y no es solo una cuestión estética porque el sistema inmunológico está directamente relacionado con el linfático. Si este estancamiento se prolonga, los ganglios linfáticos se inflaman y puede haber un colapso del sistema inmune.

¿Qué hacer? Terapia manual y complementos alimenticios que ayuden a la linfa a aligerar residuos.

Lo que sí debe ser un drenaje linfático

Un drenaje linfático debe ser un masaje extremadamente lento y consciente (el terapeuta debe sentir la propia linfa circular entre sus manos) en sentido ascendente con un ligero movimiento de bombeo sobre los canales linfáticos.  El resultado debe ser una sensación de ligereza sobre todo en miembros inferiores y la sensación de habernos deshinchado (necesidad urgente de ir al baño) .

Lo que no debe ser un drenaje linfático:

Nunca debe ser un masaje con movimientos rápidos o de amasamiento o de presiones. No debe haber rodamientos, ni digitopuntura o frotaciones. No debe ser superficial, ni muscular. Tampoco es un masaje relajante. No se añade producto a la piel, en algunos casos un poco de polvo de talco.

Así es que si estás experimentando síntomas como piernas hinchadas, cansancio general, dolores de cabeza, pesadez, malas digestiones, lentitud, dolor de articulaciones, y malestar general, mira tu sistema linfático como posible causa de estos males y ponte en acción.

El yoga también puede ayudarte en este sentido, te recomendamos la lectura de este post.

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