¿Sabías que el Reiki está dentro de ti? No es necesario que ningún maestro iluminado lo active para que puedas sanar. El Reiki es más que una técnica de imposición de manos y el estudio de complicados símbolos orientados a darte poder. El Reiki es más que eso, pero también es más sencillo de lo que algunos quieren difundir.
Hoy en día existen muchos profesionales que venden el Reiki como un título para poder ganarte la vida como terapeuta, pero si ahondamos solo un poco en las verdaderos intenciones de Usui (creador de esta terapia), podemos descubrir que Reiki es el modo en el que poner a trabajar tu energía a tu servicio.
Todos tenemos la capacidad de aprender y practicar Reiki porque la energía de Reiki no viene dada por un ser superior, ni es la energía del universo que entra en ti o a través del terapeuta. Esto te limita y te hace pequeño, eliminando todo el control que en realidad tú quieres conseguir con una terapia de Reiki.
Reiki es el camino personal hacia la sanación y para ello debes encontrar la raíz de los bloqueos energéticos que acumulan tus órganos y que afectan a tu salud o estado emocional. Así, si te digo que con Reiki lo que haces es dirigir tu propia energía, la que se encuentra en tu interior, hacia la zona de tu cuerpo que está bloqueada para así descubrir por qué, verás que en realidad es un trabajo que puedes hacer tú, con las técnicas y los ejercicios apropiados. La meditación, el control de la respiración, localizar los focos centrales de energía y saber cómo se alimentan, utilizar la imaginación para ordenar y dirigir la energía con el poder de tu mente, aprender a sentir tu propia aura y limpiarla y purificarla para aumentar tu estado vibracional, conocer qué emociones se acumulan en cada uno de tus órganos y donde dirigir tu energía cuando sientes ira, pena o rabia.
Si aprendes a ser consciente, a escuchar tu cuerpo y acudir a él para ayudarte, llegarás a descubrir de qué eres capaz y podrás aplicarlo en tu día a día, en tu vida cotidiana, cuando necesites un apoyo para superar y vivir en calma las duras situaciones a las que muchas veces tenemos que enfrentarnos.
Para todo necesitamos un guía o maestro, evidentemente. Con la única lectura de este artículo, seguramente no te verías capaz de cómo hacerlo. Pero si en realidad sientes que hay algo en tu vida que necesitas cambiar, modificar, eliminar o algo en lo que quieres avanzar y no sabes muy bien por qué no te ves capaz, el Reiki es una herramienta maravillosa para llegar a conocerte, saber de qué estás hecho realmente, qué pasa en tu cuerpo y cómo llegar a tener el control de tus emociones para no enfermar.
Reiki, como yo lo entiendo, es una filosofía de vida que requiere de un entrenamiento diario que poco a poco te lleva a comprenderte e incluso a ver el mundo que te rodea desde otra perspectiva, abriéndose por lo tanto un amplio abanico de posibilidades a todas tus preguntas y dudas. Llegando así a sanar relaciones familiares, laborales y económicas, que es lo que a la mayoría nos lleva a entrar en estados de depresión, ansiedad, migrañas, cefaleas, mareos... y un sinfín de síntomas de los que muchas veces no sabemos salir.
No debemos por lo tanto estancar al Reiki como una terapia de espirituales iluminados que ven más allá, sino como un poder que todos llevamos dentro y que únicamente necesita del valor de querer descubrirlo para vivir mejor y llegar a morir en paz.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.