Es mucha la controversia que sigue originando el tema de la evidencia científica y su aplicación en Fisioterapia. Hay disputas en las redes sociales día sí día también. Que si no sabes nada porque tus tratamientos son prehistóricos, que si te crees más listo por hablar de estudios científicos, que si eres un iluminado, que si mucho papelito y poca Fisioterapia… Me ahorro los comentarios malsonantes, que me afean el blog.
Hay muchos fisioterapeutas que realmente quieren empezar a echar mano de la evidencia, que han pasado ese momento de negación para abrirse a una realidad nueva, cosa que nos suele costar bastante, ya que tenemos que asumir que podría haber algo mejor que lo que llevamos haciendo durante muchos años.
A esto se llega dialogando y no tratando de imponer o tratando de dejar en evidencia a aquellos que no hacen lo mismo que nosotros. Te lo voy a explicar con un ejemplo: estoy seguro de que recuerdas cuando eras niño y tu padre/madre te decía que dejaras de hacer lo que estabas haciendo de una manera y que lo hicieras de la manera que él/ella decía, sin explicación alguna e imponiéndolo más que aconsejándolo. La respuesta era querer hacer exactamente lo contrario a lo que tus padres te decían. Por el contrario, si tus padres te explicaban el porqué de forma relajada desde la amabilidad y el cariño, lo aceptabas de buena gana y muy probablemente lo cogías como un consejo muy válido para tu mejora.
Los adultos no somos más que niños en camino del deterioro físico y cognitivo y, muchas veces, más testarudos que antes (ahora soy yo el adulto, yo llevo la razón). El tener una fecha de nacimiento más temprana en tu pasaporte no te da la razón.
Los fisioterapeutas deberíamos de tratar de explicar nuestro punto de vista, sin tratar de imponer nada o decir que lo nuestro es lo mejor y, por consiguiente, lo correcto. Así, no deberíamos entrar en peleas dialécticas con, muchas veces, desenlaces poco agradables.
No son pocas las veces en las que leo comentarios en las redes sociales en los que un compañero o compañera hace una pregunta sobre un curso que quiere hacer o sobre una técnica de tratamiento que usa en su clínica y le dejan en ridículo (en evidencia) porque lo que comenta es algo que la evidencia no da como eficaz. He leído cosas como eres una vergüenza para la profesión, personas como tú dan mal nombre a la Fisioterapia, dedícate a otra cosa y un largo etcétera (omito comentarios con palabras malsonantes).
La realidad es que la mayoría de las veces la gente interviene en las redes sociales con amabilidad y educación (eso es lo que yo veo o, quizás, lo que quiero ver). Estas personas, en muchas ocasiones, reciben respuestas que distan mucho de ser apropiadas y eso se traduce en que dejen de interactuar en los foros (lo cuál es totalmente comprensible), que relacionen a la evidencia con la intransigencia e imposición o las dos cosas (siendo esto último bastante común).
También nos encontramos con el caso contrario, un fisioterapeuta que trata de mostrar estudios sobre la evidencia actual de una técnica y se le tacha de corto de miras, de estar obsesionado con la investigación científica y de creerse el más listo del rebaño.
A ver, pongámonos en el lugar de los demás, hay personas educadas e ineducadas en todos los ámbitos de la vida. Si damos con alguien ineducado y nos ponemos a su nivel (el típico él empezó a descalificarme primero), volvemos al comportamiento de cuando éramos niños. El tener a una persona maleducada enfrente no creo que debiera traducirse en que respondamos de la misma manera. Por otro lado, si tenemos una persona educada enfrente, si respondemos de forma despectiva o lejos de ser amable, nos retratamos a nosotros mismos y muy probablemente nuestros argumentos no sean escuchados.
Conversemos, seamos educados, tratemos de entender a los compañeros, tratemos de exponer nuestras ideas y no imponerlas, no tomemos por inútil al que quizás no tuvo o tiene la suerte de tener acceso a cierta información, tratemos de ayudar no de desprestigiar, no hay pregunta tonta, trata como te gustaría ser tratado, lo que uno defiende pierde valor cuando se defiende desde la descalificación.
Dejar en evidencia a los compañeros no te hace ser mejor fisioterapeuta sino lo contrario, ya que los fisioterapeutas hemos de ayudarnos para un bien común, el paciente. Si no nos respetamos entre nosotros, es más difícil que la Fisioterapia avance.
Esto no es más que una reflexión en voz alta. Considero que este tema no hace más que ir en detrimento de nuestra profesión y espero con impaciencia el día en el que esto cambie.
La imagen de cabecera es una adaptación de un dominio público de Pixabay.
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