Múltiples personas no saben qué es la meningitis.
La meningitis se trata una infección bacteriana de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges.
Causas
Al conocer qué es la meningitis y que la misma representa una infección bacteriana, se puede inferir que entre las principales causas de esta enfermedad es por un virus que tiende mejorar sin la ingesta de fármacos. Sin embargo, las conocidas como infecciones meningíticas bacterianas son extremadamente graves y pueden llegar a producir daños cerebrales e incluso la muerte.Además, la meningitis puede estar causada por otras situaciones como:
Infección química.
Alergias a medicamentos.
Hongos.
Parásitos.
Tumores.
Así, en función de las causas que provoquen su aparición, la meningitis puede dividirse principalmente en dos grupos: meningitis viral y meningitis bacteriana.
Síntomas
La primera de ella es la más común de todas y, por suerte, también es la más leve. Habitualmente se presenta a finales de verano y principios del otoño, y afecta principalmente a niños y adultos menores de treinta años.
La meningitis bacteriana es más rara, pero al diagnosticarse deberá ser tratada con urgencia en un hospital. Los síntomas se presentan rápidamente y abarcan algunos como:
Fiebre acompañada de escalofríos.
Cambios en el estado mental.
Náuseas y/o vómitos.
Sensibilidad a la luz, también conocida como fotofobia.
Dolor de cabeza intenso.
Meningismo, es decir, cuello rígido.
Además de estos, existen otros menos comunes pero que pueden aparecer igualmente:
Agitación.
Respiración rápida.
Postura inusual de la cabeza y cuello arqueado hacia atrás.
Alimentación deficiente o irritabilidad en los niños.
Disminuación del estado de conciencia.
Fontanelas abultadas en los bebés.
Diagnóstico y tratamiento
No puede diferenciarse entre un tipo de meningitis y otro únicamente por las síntomas, debe ser un profesional médico el que diagnostique correctamente de que enfermedad se trata. Para ello, en primer lugar se llevará a cabo un examen físico para observar o confirmar:
La frecuencia cardíaca.
La existencia de fiebre.
Cambios en el estado mental.
Rigidez en el cuello.
Si tras el examen el médico encuentra indicios de que el paciente podría sufrir meningitis, deberá llevarse a cabo una punción lumbar o punción raquídea, para extraer una pequeña muestra del líquido cefalorraquídeo, conocido como LCR, para su análisis.
Además se pueden llevar otros exámenes como un hemocultivo, una radiografía de tórax o una tomografía computarizada de la cabeza.
En cuanto al tratamiento, una vez confirmada la meningitis bacteriana, el paciente deberá ingerir antibióticos. Estos dependerán del tipo de bacteria causante de la infección. Sin embargo, este tratamiento no será válido en caso de meningitis viral, donde los antivirales serán lo más recomendado. Por supuesto, también pueden incluirse otros medicamentos para tratar otros síntomas relacionados con la infección o líquidos intravenosos.
Existen algunas vacunas muy eficaces que, administradas durante la infancia, pueden ser de gran ayuda para prevenir la enfermedad de algunos tipos de meningitis.
Fuente: MedlinePlus
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