Muchas mujeres padecen en silencio durante años distintos trastornos que los especialistas achacan a orígenes psiquiátricos: depresiones mayores, bipolaridad, irritabilidad... Además de otros padecimientos como pueden ser el acné severo o el estreñimiento crónico. Toda esta amalgama de problemas se trata de manera aislada, llevando a las pacientes a un peregrinaje médico por distintas especialidades sin encontrar nunca una verdadera solución. En una minoría de los casos, se trata de manera integral, al relacionarse con patologías del sistema reproductivo y el ciclo menstrual.
¿Qué es el Síndrome Premenstrual?
El Síndrome Disfórico Premenstrual hace referencia a aquellos síntomas que experimenta la mujer más o menos 14 días antes de la llegada del periodo y que desaparecen 2 o 3 días después de que haya comenzado la menstruación. "Se habla de que 2 de cada 10 mujeres presenta síntomas severos en sus periodos menstruales en sus años fértiles con mayor relevancia entre los 20 y los 40 años".1.Por su diversa sintomatología, el Síndrome Disfórico Premenstrual, también llamado PMDD (Premenstrual Dysphoric Disorder por sus siglas en inglés), se puede confundir con la depresión severa e, incluso, con el trastorno bipolar. No todas las mujeres manifiestan el trastorno de la misma forma, ya que son más de 100 los síntomas que lo comprenden. El DSM V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) contiene descripciones, síntomas y otros criterios para diagnosticar el síndrome.
Las consecuencias del Síndrome afectan a las relaciones interpersonales y familiares de la afectada, provoca bajas laborales y, en sus casos más severos, se puede llegar a pensar, incluso llevar a cabo, en el suicidio. La tasa de suicidios en mujeres con depresión es mucho más alta durante la segunda mitad del ciclo menstrual.
Síntomas
La sintomatología del PMDD es muy variada, tal y como podemos suponer, dado su origen y el componente subjetivo de sus síntomas. Se puede dividir en:Síntomas físicos
- Sensibilidad o hinchazón en los pechos.
- Molestias mamarias.
- Palpitaciones.
- Dolores de cabeza, articulares o musculares.
- Hinchazón de cara y nariz.
- Sensación de hinchazón corporal.
- Colon irritable.
- Retención de líquidos.
- Palidez u ojeras.
- Aumento de peso real, entre otros.
Síntomas emocionales
- Sentimientos de profunda tristeza o falta de esperanza.
- Sentimientos de tensión o ansiedad intensa.
- Aumento de la sensibilidad al rechazo.
- Ataques de pánico o sentir que estás fuera de control.
- Rápidos y bruscos cambios de humor.
- Crisis de llanto incontrolable.
- Irritabilidad o enfado, aumento de las discusiones.
- Apatía o falta de interés en las actividades diarias.
- Dificultad para concentrarse.
- Fatiga crónica.
- Antojos por determinados alimentos o ansiedad al comer.
- Insomnio o hipersomnia (dormir más de lo usual).
- Alteraciones en el deseo sexual (aumento o disminución).
- Mayor necesidad de cercanía emocional.
Los situados en el primer grupo son síntomas habituales de un síndrome premenstrual común. Si se responde afirmativamente a más cantidad de síntomas del segundo grupo, puede darse la posibilidad de estar sufriendo un trastorno disfórico premenstrual, es decir, una forma grave del síndrome premenstrual que afecta del 5 al 10% de las mujeres.2.
Diagnóstico
Los profesionales de la salud se enfrentan a varios problemas cuando van a diagnosticar la enfermedad; existen pruebas de laboratorio y exámenes especializados que se han desarrollado en Estados Unidos que se realizan en laboratorios especializados de alto nivel que no son de fácil acceso y resultan demasiado costosos. Así que los doctores han desarrollado una serie de cuestionarios para detectar específicamente el síndrome que se basan tan solo en la observación y la supervisión.El diagnóstico del PMDD se realiza básicamente teniendo en cuenta la descripción de los síntomas de la paciente. Se recomienda hacer un diario calificando cada síntoma como leve, moderado o severo, describiendo lo incapacitante que resulta para la paciente en su vida diaria. Estos síntomas se deben repetir al menos en dos ciclos consecutivos para poder realizar dicho diagnóstico. Una vez diagnosticado se tienen varias alternativas terapéuticas que varían dependiendo de la gravedad de los síntomas y de la clínica prevalente en la paciente.
Tratamientos
Anticonceptivos hormonales: habiéndose demostrado más eficaces aquellos que llevan como gestágeno la drospirenona, ya que este gestágeno disminuye la retención de líquidos por su efecto antimineralcorticoide. En algunos casos, pueden aumentar los síntomas del síndrome.Antidepresivos: se han demostrado útiles al aumentar los niveles de serotonina, incluso usándolos solo durante la segunda fase del ciclo.
Histerectomía total: muchas mujeres, al ver la severidad de sus síntomas, acuden a la Histerectomía, que es la operación quirúrgica que consiste en extirpar el útero.
Métodos alternativos: existe una teoría que trabaja el síndrome desde la perspectiva de la inflamación e infección del útero; la causa serían las toxinas que se generan en el útero por diferentes agentes causales.
Esta teoría es trabajada ya desde hace más de 30 años por un médico chileno, el Dr. Jorge Lolas, basado en su hipótesis de que la generación de las toxinas ocasiona los síntomas tan críticos. Él investiga sobre cuáles serían los agentes causantes de esa inflamación y aplica un tratamiento con antibióticos específicos y, después, realiza una limpieza del útero y elimina los tejidos crónicamente inflamados. Su método ya tiene varios adeptos alrededor del mundo y ha logrado curar a un número importante de pacientes.
El PMDD es un problema importante de salud y las mujeres que lo padecen experimentan una disminución de la calidad de vida. Es importante revisar los exámenes ginecológicos, la citología anual y acudir al especialista cuando se sospeche ante la aparición de los síntomas descritos en este artículo. Por último, una alimentación e hidratación adecuadas, el ejercicio moderado y la abstinencia en el consumo de alcohol pueden mejorar la sintomatología en estas pacientes.
Artículo de Luisa Acero López
Mi nombre es Luisa y desde que tengo memoria he sufrido por este síndrome. Mi vida ha consistido en un peregrinar constante por diferentes médicos; desde dermatólogos hasta psiquiatras. Incluso he llegado a intentar suicidarme. Hoy tengo 37 años y, desde hace más de un año, puedo decir que he recuperado mi vida y que, a día de hoy, soy la madre que mi hija merece. He tenido que esperar más de 35 años hasta ser consciente de que no estoy loca, sino que todo este tiempo he sufrido de Síndrome Disfórico Premenstrual. A partir de este momento empecé la búsqueda de un tratamiento que me ayudara a mejorar mi calidad de vida. A finales de 2016 viajé a Chile para conocer al Dr. Jorge Lolas, el cual me guió con un tratamiento que ha hecho que recupere mi salud. Hoy tengo una nueva oportunidad de vida.