Imagen: Mom the Barbarian/Flickr
Al igual que ocurría la semana pasada con la manzanilla, la cola de caballo es otra de las plantas medicinales más populares y usadas en la actualidad pero, ¿conoces realmente todos sus beneficios? Toma nota.
Según el naturista Kneipp, la cola de caballo es muy eficaz para combatir las hemorragias, los vómitos de sangre y, por supuesto, las enfermedades renales y vesicales, los cálculos y las arenillas. Asimismo, lo recomienda para curar úlceras cancerosas y la caries ósea.
Por otra parte, el padre suizo Künzle, recomienda tomar infusiones de esta planta a diario, a partir de cierta edad, como medida preventiva para evitar los dolores propios del reuma y la aparición de la gota y las neuralgias.
Pero sin duda alguna, el beneficio más conocido de la cola de caballo es su capacidad para evitar la retención de líquidos.
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También es útil en forma de lavados y compresas de infusión de cola de caballo para tratar las erupciones cutáneas acompañadas de picores, con costras, purulentas o tiñosas. La misma técnica se puede usar, además, para combatir la oniquia, las llagas de los pies, los espolones del calcáneo, las fistulas, el lupus y otras patologías. En forma de emplasto, en cambio, es muy eficaz para tratar las molestas y dolorosas almorranas.
Por si fuera poco, la cola de caballo elaborada de forma correcta, es eficaz para tratar la hiperhidrosis de los pies, la caspa del cabello y ¡hasta la incontinencia urinaria!Mezclada con hipericón y usada para hacer gárgaras o enjuagues, es un aliado contra las anginas, la estomatitis, la gingivitis y los pólipos.
A pesar de todo, la cola de caballo no debe ser utilizada como un reemplazo de la medicina tradicional sino más bien como un añadido de esta, potenciando los beneficios de un tratamiento contra cualquier enfermedad que tengas y potenciando los efectos curativos de la medicina.
Para obtener información sobre las dosis y la forma de usar la cola de caballo según cada caso, visita este enlace. Además, como siempre, recordamos que antes de iniciar cualquier tratamiento natural es necesario solicitar información y consentimiento al médico.
Fuente: Salud de la Botica del Señor de María Treben. Editorial Ennsthalec.
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