Mantener una mente brillante durante mucho tiempo requiere un esfuerzo razonable y debemos empezar a tener cura de ella desde siempre. La clave está en cultivar unas buenas relaciones, hacer ejercicio, reír, comer de forma saludable, dormir lo suficiente y tienen buen sentido del humor.
Comer (bien), amar, reír, dormir y hacer ejercicio es lo que nuestro cerebro necesita. Se habla mucho de ello y se buscan soluciones para mantener la mente joven con el paso de los años. Ahora está claro que tomar medidas simples y cotidianas pueden marcar la diferencia.
“La investigación básica nos puede traer sorpresas agradables, pero hoy en lugar confiar en” drogas mágicas ” debemos considerar los “remedios de la abuela”. Está demostrando ser lo más útil para mantener el cerebro en forma – dice Stefano Cappa, responsable del área de ciencias cognitivas de la Universidad de Pavía –. Seguir una dieta saludable, abstenerse de fumar y beber alcohol, el ejercicio regular y dormir bien nos mantiene lejos de enfermedades cardiovasculares y también de la demencia.”
Según el estudio, lo esencial es empezar a “comportarse bien” desde que somos jóvenes. El alcohol, estupefacientes, traumas craneales y también una dieta inadecuada aportan al cerebro constantemente sustancias poco saludables que a largo plazo afectan a las capacidades cognitivas.
Una dieta saludable debería incluir la ingesta de ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, y a poder ser lo más baja en azúcar que sea posible. Si seguimos una dieta mediterránea ya estaremos batallando contra la pérdida de capacidad cognitiva. Es decir, una dieta en la que se incluya pescado azul, nueces, aceite de linaza y aceite de oliva, antioxidantes procedentes de frutas y verduras, carne (en poca cantidad) por la vitamina B12 sobretodo, y productos lácteos.
Además debemos tener cuidado con los azúcares simples, porque tienen efectos inflamatorios en el sistema y dañan las neuronas nerviosas.
La segunda regla es dormir lo suficiente. Basta con una noche de sueño irregular para tener dificultad para concentrarse al día siguiente.
El estrés crónico conduce a una sobrecarga de hormonas con un impacto negativo en las estructuras cerebrales tales como el hipocampo, que es esencial para la memoria. La risa es una buena terapia para el corazón y la mente. Se acelera el ritmo cardíaco, mejora la circulación, dilata los pulmones. De hecho cien carcajadas actúan como diez minutos de remo. Incluso sonreír es bueno, ya que facilita las relaciones interpersonales y protege contra el deterioro cognitivo y la depresión, gracias en parte por la reducción de la liberación de hormonas del estrés perjudiciales para el cerebro como el cortisol.
Aunque según el estudio no vale reír por reír sino hacerlo con verdaderos amigos, con los que haya sentimientos y afinidad. Este efecto beneficioso no se puede tener con los contactos virtuales de las redes sociales.
“La relación real es el que tiene las capacidades máximas de estimulación de las neuronas – confirma el estudio-. El tono de voz, las expresiones, el lenguaje corporal… ayudan a la mente a decodificar el mensaje. Y todo esto no se encuentra en una web.”
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