La parada cardiorrespiratoria es un método que todos debemos aprender. Ya que, lo hemos visto en películas y en series de televisión, nos han enseñado la teoría en los institutos o en las autoescuelas, pero ¿realmente sabemos lo que debemos hacer cuando se produce una parada cardiorrespiratoria?
Saber aplicar primeros auxilios ante una situación de emergencia puede ser clave a la hora de mantener a esa persona con vida. Dentro de éstos, la reanimación cardiopulmonar (RCP) cobra un protagonismo especial. Una técnica sencilla y que puede ser realizada sin problemas por cualquiera de nosotros.
Innovando por nuestra salud
Las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte en todo el mundo y tienen al infarto de miocardio como mayor exponente del riesgo que representan. Las cifras, en España, hablan de más de 68.000 casos anuales, ante los cuales es vital actuar con decisión y rapidez con el fin de tratar de recuperar al paciente. No obstante, pocos somos los que estamos preparados para ello.
Por ello, conocer las técnicas de RCP debería ser una asignatura obligada que, ya sea por falta de presupuesto o de tiempo, no se lleva a cabo como debería. Conscientes de ello, desde Laerdal han ideado una nueva forma de aprender sin demasiados costes. El invento se llama 'Mini Annie', un muñeco con el que poder practicar las famosas compresiones y ventilaciones que pueden salvar vidas.
Con este nuevo maniquí, el tiempo se reduce drásticamente: "pasamos de tener que dedicar varias horas al aprendizaje de esta técnica a la posibilidad de asimilarla en tan sólo media hora", afirma Salvador Espinosa, Director Médico del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Asimismo, 'Mini Annie' resulta mucho más económico, lo que posibilita el poder disponer de un muñeco de prácticas por persona.
Desde el primer minuto
Tras un fallo cardiaco, el tiempo que pase es fundamental para conservar las expectativas de recuperación intactas. Esto hace que nuestra actitud como testigos del fatal accidente sea de vital importancia. Lo primordial es mantener la calma y actuar siguiendo unos pasos determinados. Salvador Espinosa nos da las claves:
- Lo primero es comprobar cuál es el estado de la persona accidentada. Si no responde a nuestras preguntas y movimientos, debemos pedir ayuda llamando inmediatamente al servicio de emergencias (112). Tras esto, indicaremos nuestra situación para que puedan acudir lo antes posible. Es esencial no colgar el teléfono por si hubiera algún problema en la localización del lugar.
- El siguiente paso, sería comprobar si la persona inconsciente respira. Para esto, deberemos subir la mandíbula hacia arriba e inclinar la cabeza hacia atrás para así abrir las vías respiratorias y poder conocer con exactitud si existe o no respiración.
- Si no hubiera respiración, o esta fuese defectuosa, debemos dar dos ventilaciones. Para esta técnica seguiremos la misma posición anterior y taparemos las fosas nasales. Empezaremos a ventilar exhalando el aire de nuestros pulmones en la boca de la otra persona. En esta posición, hay que tener cuidado con no presionar su cuello.
- Seguidamente se empezarán las 30 compresiones que harán que la sangre del accidentado siga fluyendo. Para ello, situaremos nuestras manos entrelazadas en el medio de su pecho, siguiendo la línea imaginaria que uniría sus pezones, y comenzaremos a empujar con los brazos estirados dejando caer nuestro peso sobre la persona afectada.
- A continuación, se volverían a hacer las dos ventilaciones necesarias para dar aire a los pulmones del herido.
- Es importantísimo seguir un ritmo constante y no detenernos en ningún momento hasta que lleguen las emergencias.
Aunque no siempre es posible resucitar a una persona que ha sufrido un paro cardiaco, conocer la técnica de reanimación cardiopulmonar y aplicarla inmediatamente multiplica las opciones de que el paciente se recupere.
Agradecimientos: Salvador Espinosa, Director Médico del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.