La relación que mantienes con los objetos y los espacios implica cierta traducción de tu mundo interior. De esta manera, el desorden está directamente conectado con tus miedos y carencias. De modo que acumular objetos físicos se traduce en acumular preocupaciones: incertidumbre, confusión, saturación, etc. Cada tipo de desorden que se manifieste en tu vida, tendrá un significado.
TIPOS DE DESORDEN
Desorden en entradas y salidas
Si eres de los que tienes las puertas, ventanales o pasillos obstaculizados con objetos, significa que debes mejorar tu comunicación con los demás. Tienes miedo al rechazo o a cierto tipo de relaciones con otras personas. Debes trabajar en ello para expresarte libremente y decir lo que sientes y deseas.
Desorden en la cocina
Está directamente relacionado con la fragilidad emocional y el resentimiento. Para que cuerpo y mente funcionen correctamente es necesaria una buena alimentación. Si, debido a tu desorden esta no se da como debería, te afectará indirectamente.
Desorden en armarios y cajones
Tienes el armario hasta arriba de ropa, pero no encuentras nada porque está todo amontonado y hecho un ovillo. Es el desorden más usual y se traduce en un desorden de sentimientos y emociones que tienes ocultas.
Desorden en el escritorio del trabajo
Tu espacio en el trabajo y su orden habla por ti. Dará mejor o peor imagen en función de la confianza que tengas con tus compañeros, pero lo importante de esto es su traducción. Revela frustraciones y falta de control en decisiones próximas.
Desorden generalizado: por todos lados
Todo en tu casa está fuera de su sitio y no eres capaz de encontrar nada a la primera. ¿Eso necesita un cambio, no crees? Quizás este sea el tipo de desorden más preocupante. Tener todo tirado en cualquier parte, significa ira contenida y una actitud de apatía y desinterés. Además, si no cambia, puede llegar a hacerte ver la vida de manera muy negativa y eso termina siendo perjudicial. ¡La mente lo controla todo!
FORMAS EN LAS QUE AFECTA EL DESORDEN
1. Estresa
Es inevitable, el desorden estresa. Hace que nuestros sentidos se sobrecarguen porque normalmente no encontramos lo que estamos buscando y suele coincidir que tenemos prisa (o cualquier otra cosa). Esta mezcla da lugar a una sensación de desesperación, que al final termina generando más hormonas del estrés.
2. Desconcentra
Tener el campo visual lleno de cosas afecta a nuestra concentración, desenfocándonos de nuestras tareas. El desorden limita la capacidad cerebral para procesar la información. De la misma forma, el orden da paz y relaja. Nuestras neuronas no compiten por centrarse en todas las cosas que vemos fuera de su sitio. Sino que al estar ordenadas, no tenemos que buscar una explicación en cuanto a su situación, y esa armonía nos genera tranquilidad.
3. Hace procrastinar
El desorden en su forma más superficial no deja de ser decisiones y acciones que han sido retrasadas. Tener los espacios desordenados es un signo claro de incapacidad para concretar las cosas en otros ámbitos de nuestra vida.
CÓMO DECIR ADIÓS AL DESORDEN
¡Con estas rutinas de orden y limpieza tendrás tus espacios personales perfectos! Puedes cambiar o combinar ambas opciones cuando más te apetezca.
¡Después de toda esta información no tienes excusa para deshacerte del desorden en tu vida! Recuerda que al igual que nuestro físico y forma de vestir reflejan parte de nuestra personalidad, en el resto de aspectos de nuestra vida pasa lo mismo. ¡Y el orden también hay que cuidarlo!