Es el caso de la psoriasis, un trastorno que afecta a alrededor de un millón de personas en España y en el que, a pesar de que aún se desconocen sus causas, se depositan grandes esfuerzos por parte de la investigación médica.
Un trastorno crónico
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel de carácter crónico que, según Juana Mª del Molino, presidenta de Acción Psoriasis, "se caracteriza por crisis que causan la aparición de placas rojizas cubiertas de una escama blanquecina brillante". Éstas se pueden encontrar en cualquier parte del cuerpo, por lo que suelen ser claramente perceptibles a simple vista.A pesar de que se puede afirmar que un tercio de los afectados lo son por genética hereditaria, las causas de su incidencia son desconocidas. Además, "sólo se ha descubierto la influencia de algunos mecanismos como el estrés, ciertas infecciones, la toma de algunos medicamentos o un traumatismo sobre la piel", como posibles factores desencadenantes de una crisis.
No obstante, la psoriasis permite llevar una vida totalmente normal, aunque "es necesario realizar revisiones periódicas para evitar que esta inflación de la piel degenere en alteraciones del metabolismo", que pueden desencadenar otras enfermedades que sí pueden perturbar la calidad de vida del paciente, detalla Juana Mª del Molino. Asimismo, hay que tener en cuenta que entre un 5% y un 10% de los pacientes desarrollan artritis psoriásica, una afección que ha de ser tratada por un reumatólogo. Igual de importante es saber que "la enfermedad no es infecciosa y por tanto no es contagiosa", añade la especialista.
Pero controlable
Aunque este trastorno se caracteriza por crisis que producen una mayor o menos incidencia de los síntomas según la época del año y del estado del paciente, afortunadamente, según detalla la experta de Acción Psoriasis, "hay una gran variedad de tratamientos tópicos y sistémicos que se pueden ir combinando entre sí y variando en función de la respuesta del afectado para poder así dar con la medicación adecuada y reducir la incidencia de la enfermedad". Además, gracias a la constante investigación científica que se lleva a cabo para conocer mejor esta afección, cada vez surgen tratamientos con expectativas más optimistas que, aunque no permiten una cura definitiva, sí que ayudan a prolongar los periodos en los que no se producen las crisis.
Es el caso de los biológicos "unas nuevas terapias que contienen proteínas de origen animal que actúan específicamente bloqueando las moléculas que intervienen en la inflamación", afirma del Molino. Es decir, hoy en día existen técnicas que ayudan a los pacientes a hacer menos visibles sus lesiones dérmicas, pudiendo, de esta manera, sobrellevar la enfermedad sin que ésta afecte a su calidad de vida.
Agradecimientos: Juana Mª del Molino, presidenta de Acción Psoriasis.