En los últimos años se ha avanzado mucho en cuanto al diagnóstico y tratamiento de múltiples tipos de cáncer, tanto que ya se habla de porcentajes muy elevados de cura, antes impensables. Pero al igual que la medicina avanza, también debe hacerlo la manera de apoyar a estos pacientes y a sus familiares que, cuando conocen la terrible noticia, no siempre saben cómo reaccionar.
Para ello, a pesar de que aún esté escasamente instalada en los hospitales españoles, existe un tipo de especialidad psicológica que se encuadra bajo el nombre de Psico-Oncología, y que pretende enseñar tanto a los propios pacientes como a sus cuidadores, cómo afrontar lo mejor posible un cáncer.
Más allá de la enfermedad
Cuando a una persona le comunican que padece una enfermedad le asaltan miles de dudas. Los sentimientos que pueden llegar a experimentar el afectado y sus familiares pueden llevarles a un bloqueo emocional que les puede afectar en su forma de comportarse y relacionarse con los demás. En los casos de cáncer, al ser un trastorno que puede degenerar en un proceso crónico y que requiere de un tratamiento muy duro, que no siempre se puede asegurar que acabe con éxito, el apoyo psicológico resulta esencial.
Esto es lo que quiere hacer ver la Psico-Oncología: "atender las necesidades psicológicas del paciente y sus allegados", explica el doctor Luigi Grassi, presidente de la Sociedad Internacional de Psico-Oncología, quien añade que no es posible que "haya salud si no hay salud mental". A pesar de esta última afirmación, en palabras de María Die Trill, presidenta de la Sociedad Española de Psico-Oncología (SEPO) ?el personal de los hospitales de gran parte del mundo y, sin ir más lejos, los propios españoles, carece de la preparación necesaria".
Es lo que, según el doctor Grassi, puede terminar "siendo un círculo vicioso, ya que los pacientes no pueden recibir la atención que requerirían porque los médicos no están formados adecuadamente e incluso porque éstos consideran como normales los problemas psicológicos que se desencadenan al conocer que se padece cáncer".
Por una mejor calidad de vida
Aunque la Psico-Oncología no es una especialidad reconocida como tal dentro de la medicina, es una vertiente que se debe abordar con cada paciente para poder así mejorar sus expectativas y optimizar su calidad de vida. Los enfermos de cáncer y sus familiares a menudo no saben cómo abordar la situación y pueden tratar de esconder la enfermedad. Esto puede generar ansiedad o depresión, problemas que deberían supervisarse.
Los especialistas aseguran que "se debe prestar una atención especial a los pacientes con cáncer e intervenir con las medidas terapéuticas o farmacológicas que sean precisas". Además, los psico-oncólogos deben "facilitar la adaptación psicológica del afectado a su nueva situación y trabajar con los equipos médicos para facilitar la comunicación médico-paciente", comenta Die Trill.
Por otro lado, no se deben dejar de lado posibles problemas que puedan aparecer en el entorno familiar y de pareja, y como objetivo final, "preparar la reinserción laboral y social, recurriendo también a una adaptación psicosocial", detalla la experta.
Una mejora necesaria
Para hacer posible todo esto, se debe contar con la actuación de un profesional debidamente formado. La atención debe empezar en los propios oncólogos, pero terminar en los psico-oncólogos, en algo que "no debe ser un lujo, sino un derecho", sentencia Grassi.
En este sentido, la Sociedad Internacional de Psico-Oncología, ha creado las guías 'Inspire', en las que pretenden, a través de un lenguaje sencillo y fácil de entender, hacer llegar este mensaje a cuidadores y pacientes y poder así responder a las complicaciones que puedan atravesar tras el diagnóstico de un cáncer.
