En España, los pacientes hiperfrecuentadores suponen entre un 12-24% de los pacientes y consumen entre un 43% y un 75% de las consultas que atiende al año el médico de familia. Aunque no existe una definición consensuada, en las investigaciones que se define el perfil de este tipo de pacientes se les ha identificado como mujeres, amas de casa, de alrededor de 60 años, con un bajo nivel de formación, expuestas a una carga importante de estrés, con trastornos mentales y con enfermedades crónicas. “Algunos autores”, afirma Valentín Calvo, trabajador social e investigador principal del estudio, “incluso identifican a los hiperfrecuentadores como aquellos que pertenecen a ‘familias disfuncionales’, aquellas que no cumplen con sus funciones de acuerdo a la etapa del ciclo vital en que se encuentran.
En esta investigación, la disfunción familiar se ha medido a través de un test en el que se recogían los siguientes aspectos: apoyo, cooperación, desarrollo, afectividad y capacidad resolutiva. “La familia”, explica Valentín Calvo, “tiene que adaptarse a las nuevas situaciones que se originan en cada etapa del ciclo vital familiar y en la transición entre una y otra. El desequilibrio funcional se traduce en una pérdida de la capacidad de contención y en la de resolver situaciones, con el consiguiente aumento de la demanda y uso de los servicios sanitarios. Por ejemplo, en una situación cambiante del ciclo vital como es el abandono del hogar del último hijo encontramos un 26,2%, de la muestra, y a partir de la muerte del cónyuge a un 27,4%”. En cuanto al apoyo social, en el estudio se ha encontrado un porcentaje superior de falta de apoyo social percibido en el grupo de pacientes hiperfrecuentadores frente a los no hiperfrecuentadores.
¿Conocéis a alguien que se pueda considerar hiperfrecuentador?
Imágenes: Alex E. Proimos/Flickr