En mis sesiones de coaching suelo invitar a mis clientes a meditar.
¿Porqué?
Porque la meditación es una excelente herramienta para conectar con uno mismo.
Vivimos en la era de la prisa, del aceleramiento,nuestra mente no para de estar en permente funcionamiento, va de un pensamiento a otro sin tregua, y esto haces que no seamos plenamente conscientes de lo que estamos haciendo.
Estamos físicamente presentes pero nuestra mente anda en otros sitios….
Y va apareciendo el estress, la aceleración, el cansancio, la falta de rendimiento, la apatía..la desmotivación….
….este estilo de vida va haciendo mella en nosotros y vamos convirtiéndonos más en robots y menos en personas.
Y en todo este maremagnum vamos dejando de escucharnos a nosotros mismos, vamos perdiéndonos de vista, se va diluyendo lo que queremos y se nos hace cuesta arriba seguir adelante. Y se resiente nuestro cuerpo y nuestra mente.
La clave del bienestar físico y mental se encuentra en el equilibrio emocional.
Con la práctica de la meditación conseguiremos encontrarnos a nosotros mismos, equilibrarnos, mejorar nuestra concentración y mejorar el estress, Crearemos las condiciones necesarias para calmar nuestra mente y ver con claridad la realidad y sabremos vivirla mucho más plenamente.
Está comprobado científicamente los beneficios que la práctica meditativa aporta a nuestro organismo. No voy a marearte con datos e informes, pero sí invitarte a probar y descubrir por ti mismo, todo lo que la meditación puede proporcionarte.
Existen distintos tipos de meditación, la que yo practico y utilizo es el Mindfulness, en otra entada hablaremos de esta práctica, centrada en la conciencia plena y la autoaceptación.
¿Y cómo meditar?
Busca un lugar tranquilo, en el que no puedan interrumpirte.Ami me gusta que esté en semipenumbra, y encender unas velas, pero no es necesario. La temperatura que oscile entre 18 y 25º. Es conveniente cubrirse con una manta ligera, pues la temperatura corporal suele bajar, sobro todo si vas a estar mucho tiempo en estado de meditación.
Adopta una postura cómoda.
Puede ser tumbado con la espalda bien apoyada en sobre una esterilla, o bien en un zafú (cojín de meditación) o un banquito ad hoc, o sencillamente sentado en una silla con la espalda recta, los pies firmemente apoyados en el suelo y tus manos sobre los muslos.Cuida que la
cabeza mire al frente (si estás sentado), ten cuidado de que la barbilla no se desplace hacia adelante, y deja tu boca ligeramente entreabierta.
Los ojos bien puedes cerrarlos o dejarlos entreabiertos, si has elegido esta segunda opción, fija tu mirada en un punto fijo.
Mantén tu cuerpo relajado, sin tensiones.
Y ahora, vamos a meditar. Me he permitido grabar una pequeña meditación para que te sirva de ayuda.
Te invito a que pinches el enlace y empieces tu práctica meditativa.
Esta primera meditación, será de unos 15 minutos, y está centrada en la respiración
Pincha el siguiente enlace,escucha…y déjate llevar
Meditación basada en la respiración