Sin embargo en la infancia e imprescindible que hagan todo tipo de ejercicios, ya que de ello depende su desarrollo físico y emocional. Aparte, esto ayudará a que controlen su peso evitando la obesidad infantil que tanto preocupa a los facultativos y también a los gobernantes.
Unos investigadores de la Universidad de Illinois dejaron claro que los niños que hacen ejercicio físico sacan mejores notas en sus exámenes y tienen mejor disposición para mantener su atención y más memoria que los que son sedentarios. También que tienen mayor capacidad para coordinar sus acciones y sus pensamientos.
AESAN, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y de Nutrición en un estudio presentado sobre niños con sobrepeso dijo que estos tienen una tendencia a presentar dificultades en su desarrollo psicológico y presentan cuadros con síntomas de ansiedad y depresión.
Aún no siendo obeso, un niño suele estar pegado al televisor durante muchas horas al día, además del tiempo que gasta delante del ordenador o jugando con los vídeo juegos. Estos niños necesitan que se les estimule a fin de que realicen actividades deportivas al aire libre en conjunto con otros niños o solos.
He aquí algunos consejos para conseguirlo:
Un poco de paciencia y observa qué es lo que le gusta: no todos los niños quieren jugar a los juegos que tú conoces o deportes tradicionales, como baloncesto, fútbol, etc. Quizás esté más dispuesto a hacer natación, algún tipo de baile, bicicleta, patines, etc. Define qué es lo que le motiva e incide en ello. Puede ser que hasta que consigas que mueva su cuerpo pase de un deporte a otro. Ellos tienen su personalidad y por eso debes ser paciente.
Juega con ellos: date tú la oportunidad de divertirte con ellos. Lo que está claro es que puede ser un esfuerzo el que después de tu trabajo, tengas que ponerte a jugar con ellos, pero puede ser que “mates dos pájaros de un tiro” y que a la vez que animas a tu hijo, tú hagas ese ejercicio que tantas veces te has propuesto y que tanto te cuesta comenzar. Puede ser muy divertido.
Caminar juntos al colegio: puede ser otra manera de que el muchacho se mueva. Eso no sólo hace que se haga ejercicio, sino que es una excelente oportunidad de conversar y de acercarse el uno al otro. Recuerda que todo esto es tiempo de calidad.
Los fines de semana también una salida al parque acompañados de la mascota (si la hay) puede ser una buena oportunidad de quemar, de hablar y de divertirse.
Incluye a sus amigos: déjales que jueguen en lo que más les guste. Cuando hay más de dos niños, su propia naturaleza hará el resto.
Establece una buena rutina: los niños necesitan estructura y el orden y disciplina son parte de ella. Si se les programan los días con horarios de actividades, ellos suelen apegarse a ellas y cumplirlas y puede resultarles mucho más fácil realizarlas.
Da el ejemplo: no te olvides de hacer tus propios ejercicios. los niños siempre hacen lo que ven y sobre todo si se trata de su padre o madre.
Pon límite al tiempo que pasan delante de la pantalla del televisor: si sumas el tiempo que ocupan las pantallas de la televisión, del ordenador y de la vídeo consola, es muy posible que te alarmes. Eso sin hablar del teléfono móvil.
Aunque ellos a veces tengan que utilizar el ordenador para hacer sus deberes escolares y también es una forma que ahora tienen de estar con sus amigos en las redes sociales, ayúdales a que lo hagan de forma responsable y limita el tiempo sin que seas un tirano. Seguro que lo entienden
Recuerda que al ejercicio no deben jamás verlo como una obligación ni debe ser aburrido. En el momento que así lo perciban, abandonarán o te engañarán. Si por el contrario les enseñas a divertirse con la actividad física, estas pueden convertirse incluso en un premio.
Fuente:Levante , el mercantil valenciano
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