De acuerdo a las estadísticas se ha determinado que, actualmente unos 7 millones de estadounidenses padecen de psoriasis. Esta enfermedad produce mucho escozor y descamación de la piel, lo cual produce efectos psicológicos negativos. Por ello, en muchas ocasiones esta patología se asocia con procesos de ansiedad y depresión.
De este tema tan delicado, me voy a referir a solicitud de Odette, una seguidora de Delaware. Ella se comunicó conmigo a fin de plantearme el caso de su suegro, quien en muchas ocasiones se exime de reunirse con su familia. Ello se debe a que él, no siente que sus hijos sean comprensibles frente a la psoriasis que el padece.
Ella acudió a mí, porque deseaba tener mayor cantidad de información acerca de los efectos secundarios que puede causar la psoriasis. Odette confiaba, en que mediante esta información manejaría con más propiedad las causas y consecuencias de esta enfermedad.
Ella sentía, que necesitaba apoyar a su suegro quien a veces se sentía un poco excluido de la familia. Incluso en algunas ocasiones, él era quien evitaba socializar.
A los fines de honrar la solicitud de Odette, le envié un material contentivo de las generalidades de la psoriasis y sus efectos a nivel físico y psicológico. Muchos estudios han asociado la presencia de esta enfermedad con ciertos procesos psicológicos que deben ser considerados seriamente. Me refiero a la depresión y ansiedad.
Este tema, puede resultar de mucho interés para una gran cantidad de personas, por ello, decidí compartirlo con ustedes en mi página.
Generalidades acerca de la psoriasis
Según los estudiosos, fue el año 1801 cuando se realizó por primera vez un debate preciso acerca de la psoriasis. Sin embargo, de acuerdo a los historiadores esta enfermedad es mucho más antigua. Incluso el nombre que posee, es originario del griego y su significado es el de condición de picazón y descamación.
A nivel básico, la psoriasis puede definirse como un trastorno del sistema inmune. Se ha logrado establecer, que los responsables de esta anomalía son los linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco.
Esto ocurre específicamente porque los linfocitos T auxiliares, sufren una modificación, produciendo elevadas cantidades de citoquinas. Se debe mencionar, que estas sustancias a su vez provocan procesos inflamatorios en diversos órganos del cuerpo, incluyendo la piel.
A nivel de la piel, se producen tres procesos característicos:
Ensanchamiento de los vasos sanguíneos
Alta acumulación de glóbulos blancos
Multiplicación excesiva de los queratinocitos.
Como hemos mencionado en otras ocasiones, los queratinocitos son las células principales de la capa externa de la piel. En una piel completamente sana, estas células tardan aproximadamente un mes en dividirse, madurar y transportarse hasta la superficie epidérmica.
Sin embargo, la psoriasis causa desequilibrios y acelera el desplazamiento de los queratinocitos a menos de cinco días. Lo que trae como consecuencia la presencia de una piel enrojecida y engrosada, que desprende escamas de color plateado. Esto se debe al efecto de la maduración inadecuada de los queratinocitos.
Otros signos y síntomas comunes de la psoriasis son:
Presencia de pequeñas manchas de descamación (más frecuente en los niños)
Resequedad y agrietamiento en la piel, pudiendo ocasionar sangramiento
Episodios frecuentes de picor, dolor o ardor en la piel
Engrosamiento y deformaciones estriadas en las uñas
Inflamación y rigidez articular.
¿Qué factores provocan la presencia de psoriasis?
Existen una serie de desencadenantes, que han sido muy bien estudiados, dentro de ellos destacan:
Ingesta de alcohol
Consumo de tabaco
Presencia de heridas ocasionadas por irritación química (tintes, tatuajes, ciertas vacunas) por trauma (mordeduras de animales o picaduras de insectos) o ciertas patologías como urticaria o dermatosis. Esto puede desencadenar el fenómeno de Koebner o lesiones cutáneas en zonas recuperadas o sanas
Obesidad
Quemaduras ocasionadas por exposición solar sin protección
Infección por HIV
Infección por estreptococo beta-hemolítico (que produce psoriasis en gotas)
Fármacos (en especial, beta-bloqueantes, cloroquina, litio, terbinafina e interferón alfa)
Estrés emocional.
Tipos de psoriasis
Según la Clínica Mayo existen varios tipos de psoriasis, entre ellos destacan:
En placas
Esta es la forma más común de psoriasis y puede llegar a afectar al 80% de quienes padecen esta enfermedad. Se caracteriza por la presencia de placas elevadas de piel inflamada, por lo general de coloración rojiza y con descamaciones de color plateado.
Las mismas suelen presentarse con mayor frecuencia en las rodillas, cuero cabelludo, codos, ombligo y parte baja de la espalda.
Guttata
Esta patología se caracteriza por la presencia de lesiones pequeñas a manera de gotas. Se cree que puede estar provocada por cierto tipo de infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica. Por lo general, acostumbra afectar a un 8% de quienes padecen psoriasis y se presenta principalmente en adultos jóvenes y niños.
Suele estar provocada por una infección bacteriana, como la faringitis estreptocócica. Sus efectos, suelen presentarse en cualquier zona del cuerpo, en especial el torso, brazos y piernas.
De las uñas
La psoriasis afecta también las uñas, puesto que estas forman parte de la piel. Por lo general la afección se produce en la zona de crecimiento por debajo de la cutícula. Dentro de los signos de uñas con psoriasis, destacan formación de grietas u agujeros y manchas de color blanquecino.
Además de ello suelen aparecer surcos, engrosamientos, decoloraciones, cambios de forma y desmoronamiento. Para algunas personas puede representar la perdida de facultades para la realización de algunas tareas manuales, incluyendo el bordado y la costura.
Pustulosa
Esta patología se refiere a una complicación grave y poco frecuente, caracterizada por la presencia de pústulas estériles (granos de pus no infecciosos) que aparecen sobre las placas. Existe una forma que es exclusiva de manos y pies, la cual se engloba dentro del grupo de las psoriasis de difícil tratamiento.
Por lo general, se presenta con mayor frecuencia en mujeres de mediana edad, mostrando pequeñas pústulas estériles. Dichas pústulas no se rompen, pero se tornan de color pardo-oscuro, transformándose en escamas que causan dolor.
Inversa
Este tipo de psoriasis recibe también el nombre de psoriasis invertida. Su principal manifestación es la presencia de enrojecimientos en las zonas húmedas de la piel, principalmente donde existen pliegues. A saber, en las axilas, ingles, pliegues intergluteos, pliegues submamarios (debajo de las mamas) y pliegues abdominales.
Incluso, se puede presentar en zonas con pliegues más pequeños como la parte posterior del pabellón de la oreja o entre los dedos de manos y pies. En este tipo de psoriasis, no se presentan las escamas plateadas o el engrosamiento, común en psoriasis clásica.
Eritrodérmica
Esta denominación poco frecuente se emplea cuando la psoriasis abarca casi la totalidad de la piel. Por lo general, la piel se observa como si tuviera quemaduras de sol. Además de ello, las escamas presentes tienden a desprenderse en grandes porciones o láminas.
Muchas veces, esta patología va acompañada de fiebre y enrojecimiento generalizado, que puede causar prurito o ardor intenso. Este tipo de psoriasis, es muy riesgosa y se debe buscar atención médica de inmediato, debido a su gravedad.
Artritis psoriásica
Este tipo de dolencia es un trastorno que produce dolor e inflamación en las articulaciones. Se presenta por lo general, entre el 10 al 30% de las personas que padecen psoriasis. Las dolencias, aparecen principalmente a nivel de rodillas, tobillo y dedos de manos y pies. Los dolores que se experimentan son semejantes a los que sufren las personas con artritis.
Se ha determinado, que los síntomas pueden variar de leves a graves, pudiendo afectar cualquier articulación del cuerpo. Incluso, pueden llegar a producirse daños progresivos de las articulaciones, que en casos más graves puede convertirse en lesiones permanentes.
¿Puede la psoriasis causar alteraciones psicológicas?
Muchas personas consideran una exageración cuando se menciona, que la psoriasis puede causar depresión. Sin embargo, se ha logrado establecer que esta enfermedad puede originar depresión mayor, a causa de procesos inmunológicos y neuroquímicos.
De hecho, muchas investigaciones han logrado detectar la existencia de una correlación entre esta enfermedad y los procesos depresivos. Incluso, ciertas pruebas a nivel genético han corroborado esta asociación.
De acuerdo a la ciencia, ciertas variaciones en el sistema serotoninérgico, puede derivar en respuestas anormales a los estímulos emocionales.
Desde hace mucho tiempo, les he hablado acerca de la serotonina, conocida como la hormona de la sensación de bienestar. Es también importante recordar, que este compuesto, es un neurotransmisor cumpliendo roles de transmisión de información en el cerebro, siendo muy relevante en el rendimiento mental.
La serotonina en la amígdala posee gran importancia en la normalización del procesamiento de las señales emocionales y del estrés. Por ello, su desequilibrio puede causar ciertas respuestas anormales a los estímulos emocionales, tales como ansiedad y depresión. Incluso se ha logrado determinar que, quienes padecen psoriasis también exhiban ansiedad en 43% de los casos.
Conforme a diversas observaciones, la psoriasis se asocia con la depresión entre el 20 al 30% de los casos, llegando en ocasiones al 62%. Incluso se ha logrado estimar, que estos índices superan alrededor de 1,5 veces a los de la población general o con respecto a otras patologías de la piel.
Una encuesta reciente aplicada a pacientes con psoriasis realizada por la Fundación Nacional de Psoriasis, encontró que cerca del 24% sufren. Incluso, de acuerdo a otros estudios se ha logrado detectar que, en comparación con la población general los pacientes con psoriasis presentan un 14% más de riesgo de padecer depresión.
Estudios recientes corroboran que la psoriasis predispone a trastornos mentales
De acuerdo a un estudio transversal realizado en Malasia el 2021, se establecieron ciertos hechos interesantes. En este estudio participaron 174 pacientes con psoriasis.
Todos ellos realizaron diversos cuestionarios, donde se evaluaban: características clínicas de la enfermedad, perfil sociodemográfico, escala de ansiedad, depresión hospitalaria y calidad de vida.
Todos los datos obtenidos fueron analizados mediante análisis descriptivos y de correlación múltiple. Ello permitió detectar, que el 8,5% de los participantes del estudio presentaban síntomas depresivos y el 16,9% síntomas de ansiedad. Según los investigadores, estos resultados indican la necesidad de evaluar la ansiedad y la depresión entre los pacientes con psoriasis.
Ellos perciben su relevancia, dado que estos síntomas son indicativos de una mala calidad de vida. Por ello, las personas que padecen de psoriasis necesitan de intervenciones adecuadas a fin de evitar secuelas psicológicas.
De acuerdo a estudios anteriores se ha establecido que, la depresión puede aparecer como comorbilidad en pacientes con psoriasis entre un 9 a 62%. Incluso, se ha llegado a establecer algunas hipótesis que plantean que la depresión puede llegar a predisponer a una nueva aparición de psoriasis.
La importancia del tratamiento adecuado de la depresión
De acuerdo a ciertos estudios, se logró establecer la importancia de que los médicos no solo detecten la depresión sino que también la traten adecuadamente. Como sabemos las lesiones psoriásicas se presentan en cualquier lugar del cuerpo.
Además de ello, se ha determinado que las que aparecen en las zonas descubiertas, ocasionan ciertas aflicciones además de sentimientos de frustración.
Esto impulsa a quienes padecen de psoriasis a buscar aislarse socialmente. Esto hace, que permanezcan solos una gran parte del tiempo y les ocasiona depresión. Asimismo, esta enfermedad afecta en gran medida la vida personal, social y sexual, lo cual conlleva a una reducción de la calidad de vida.
Estos elementos causan mucha tensión psicológica, afectando la vida a nivel laboral, escolar y familiar. Lamentablemente, el mito acerca de que esta enfermedad es contagiosa, hace que en reiteradas oportunidades quienes la padecen, sean excluidas. Por ejemplo, en escuelas, piscinas o diversos lugares de trabajo.
De acuerdo a muchos expertos, el tratamiento eficaz de la psoriasis debe ser realizado de forma holística. Es decir, debe contemplar el bienestar psicológico, social y físico. Por ello, es muy importante prevenir y tratar de forma precoz la depresión en quienes padecen psoriasis.
Así, muchos investigadores recomiendan realizar un apoyo psicosocial que aminore el distrés (angustia o sufrimiento). De igual forma, sugieren la potenciación de los recursos personales o interpersonales, así como el trabajo con las familias.
De hecho, ponen de relieve la importancia de realizar intervenciones antiestigma. Es decir, aquellas actividades que contribuyen a modificar la actitud de la población hacia aquellas enfermedades que afectan la imagen personal, entre las que se inscribe la psoriasis.
Concluyendo
La psoriasis es considerada una enfermedad crónica, inflamatoria e inmunomediada de la piel con afectación sistémica. Comúnmente, las lesiones ocasionadas por esta patología se presentan en forma de placas (manchas rojizas) protuberantes, cubiertas de escamas plateadas.
Vale destacar, que a pesar de que es considerada por lo general como una enfermedad de la piel, ella se asocia a una serie de enfermedades subyacentes. Entre ellas destacan ciertos trastornos del estado de ánimo, como la depresión y ansiedad. Cabe destacar, que la depresión y la psoriasis se interrelacionan negativamente, conllevando a un peligroso círculo vicioso.
De acuerdo a los expertos, cuando se incluyen tratamientos integrales en pacientes con psoriasis se logra reducir la repercusión biopsicosocial de la psoriasis. Esto es muy importante porque permite reducir el impacto de la ansiedad y la depresión, sobre todo al abordarlo de forma precoz.
Ello permitiría incluir algunos abordajes terapéuticos capaces de reducir respuestas inmunes inflamatorias. Entre ellos se incluyen los antagonistas de las citoquinas y los cambios del estilo de vida. Dentro de dichos cambios podemos mencionar la implementación de una alimentación más sana, reducir el estrés, evitar la obesidad y sedentarismo y no abusar de ciertas sustancias.
Para Odette el material recibido, el cual comparto en el post, fue de mucha utilidad. Sobre todo, porque su esposo y sus hermanos, lograron dejar a un lado el estigma de esta enfermedad. Ella me comenta que sus cuñados, junto a su suegro, han venido participando en ciertas terapias realizadas en grupos comunitarios.
Esto a ella le alegró mucho, pues observó que por medio de ellas, su suegro mejoró sustancialmente su estado mental. Y aunque el suegro de Odette conoce lo difícil de esta enfermedad, la convivencia familiar y la actividad física, le han permitido superar la depresión y mejorar su calidad de vida.
“La idea de que podemos separar la salud mental y la piel es anticuada. Hace décadas que sabemos que las personas con enfermedad psoriásica tienen una mayor incidencia de depresión, ansiedad, problemas con la imagen de sí mismos y un mayor absentismo escolar y laboral”
Dr. Richard Fried, PhD
Asociados de dermatología de Yardley, Pensilvania
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7489316/
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https://www.psoriasis.org/advance/mental-health-and-psoriasis-severity-assessment/
https://www.health.harvard.edu/diseases-and-conditions/psoriasis-more-than-skin-deep
https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/psoriasis/symptoms-causes/syc-20355840
