Las pastillas anticonceptivas es considerada uno de los métodos más eficaces de controlar la natalidad. Su uso, que supuso una verdadera revolución en los años 60, hoy en día está muy extendido en los países desarrollados, siendo uno de los contraceptivos más utilizados.
El secreto radica en su fiabilidad, que hace que millones de mujeres puedan decidir el momento exacto en que quieren ser madres. Con un porcentaje que casi llega al 100%, la píldora se erige como uno de los métodos más seguros. No obstante, existen ciertas contraindicaciones que no siempre la hacen la forma más adecuada de prevenir un posible embarazo.
La pastilla de la tranquilidad
El cuerpo de la mujer, a partir de la primera regla, está preparado para concebir. Esta posibilidad aumenta durante la ovulación que es el proceso por el cual los ovarios liberan un óvulo que podría ser fecundado. Precisamente en este 'camino' biológico que lleva a cabo el óvulo, es en el que interfieren los anticonceptivos orales.Su función más esencial, tal y como indica la doctora Macarena Quesada, secretaria de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), es que "inhibe la ovulación", por lo que, al no producirse, no existe posibilidad de embarazo. Esto se consigue a través a través de la combinación de dos hormonas o sus derivados, estrógeno y progesterona, formando la adecuada composición del fármaco.
Su toma es bastante sencilla, aunque requiere de una gran responsabilidad por parte de la mujer, ya que se ha de tomar cada día a la misma hora aproximadamente. Se venden, siempre con receta médica, en cajitas numeradas que suelen traer 21, 22 ó 28 comprimidos. Una vez acabado el envase la usuaria dejará 6 ó 7 días de descanso según si la presentación es de 22 ó 21. En el caso de los paquetes de 28 uidades, no habrá intervalos libres de toma y se comenzará el nuevo envase al día siguiente de haber finalizado el anterior. La menstruación aparecerá durante la semana libre sin tratamiento o durante la toma de los últimos 7 comprimidos en los envases de 28.
Mucho más que un anticonceptivo
Además de dar a la mujer la tranquilidad de poder mantener relaciones sexuales sin riesgo de embarazo, la píldora tiene otra serie de beneficios que la convierten en un método muy recomendable. La doctora asegura que estas hormonas son capaces de "regular el ciclo menstrual, disminuir el dolor antes y durante la menstruación, rebajar el impacto del síndrome premenstrual y controlar los sangrados".Asimismo, hace ya tiempo que se viene hablando de su acción como protector contra algunos tipos de cánceres "como el de ovario y el de endometrio", agrega Quesada. Quizá esta sea una de las razones por la que alrededor de un 20% de las mujeres españolas confían en este anticonceptivo.
Siempre bajo receta
Si se desea empezar a tomar la píldora, lo primero que ha de hacerse es acudir al médico. Éste, tras realizar la historia clínica a la usuaria, valorará si se puede administrar y qué tipo de pastilla es la más adecuada. Macarena Quesada hace hincapié en la importancia de "una individualización del tratamiento, ya que se comercializan distintas píldoras con diferentes composiciones" que se adaptan a las necesidades de la mujer.
No obstante, hay ciertas contraindicaciones que pueden hacerla muy peligrosa para algunas personas, como, por ejemplo, los pacientes afectados por "trombosis, hipertensión no controlada u otros problemas cardiacos", apunta la experta. La edad no es un condicionante, pero "sí lo será el hecho de fumar, sobre todo en mujeres mayores de 35 años", agrega Quesada.
En cuanto a los efectos secundarios que pueden presentarse por la toma de este anticonceptivo, la doctora señala "que se puede notar un leve aumento de peso, náuseas o dolor mamario que habitualmente cede con el tiempo de uso aproximadamente en tres ciclos".
Finalmente, hay que tener en cuenta que, en ningún caso, este anticonceptivo previene de las enfermedades de transmisión sexual.