Esta fruta es rica en potasio, fibras, vitaminas C y del complejo B
La manzana es un fruto muy consumido en todo el mundo. Es originaria de Asia, siendo cultivada hace miles de años en Europa y Asia y traída a América por los colonizadores europeos.
La manzana se puede encontrar prácticamente todo el año. Pero los mejores meses son: febrero a mayo y agosto para la manzana nacional, septiembre a diciembre para Fuji, febrero a mayo para la gala y noviembre y diciembre para la importada. Es una fruta que se conserva por bastante tiempo manteniendo su valor nutritivo.
Una unidad posee en promedio 75 kcal, presenta bajos niveles de grasa y de proteína, pero es rica en fibras. A pesar de poseer casi 20 g de carbohidrato, es una fruta de bajo índice glucémico. Tiene buenas cantidades de vitamina C y de potasio. También cuenta con vitaminas del complejo B y magnesio.
Uno de los principales minerales de la manzana es el potasio, indispensable en la generación de energía para las células, importante en la contracción muscular y en la transmisión de estímulos nerviosos, siendo indispensable para la salud cardiovascular.
La presencia de fibras, especialmente la pectina del tipo soluble, produce una masa gelatinosa que absorbe los ácidos biliares en el intestino, eliminándolos junto con las heces. Así, para formar más ácidos biliares el organismo moviliza colesterol sanguíneo. De este modo, el consumo de manzana puede estar asociado con la regulación de los niveles de grasa y colesterol en la sangre.
Además, el bajo índice glucémico asociado a la presencia de fibras hace la manzana una buena elección para las dietas de reducción de peso, por su poder de saciedad.
Sus beneficios para la salud también están muy relacionados con la presencia de un flavonoide llamado quercetina, muy presente en la corteza de la manzana, que posee propiedades farmacológicas, tales como acción anti-inflamatoria, antioxidante e incluso anticarcinogénica.
Su acción anti-inflamatoria puede ser relacionada con el impedimento de la acción de la histamina durante las reacciones alérgicas e inhibiendo la formación de leucotrienos. El mecanismo de acción de la quercetina como agente anti proliferativo de células tumorales es a través de su capacidad anti-mutagénica y de su poder antioxidante.
La asociación entre fibras solubles y antioxidantes es responsable de la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las fibras solubles disminuyen la tasa de absorción de grasa intestinal y aumentan la eliminación de colesterol por las heces. Y los antioxidantes previenen la oxidación y deposición del colesterol en los vasos y tiene efecto anti-inflamatorio.
Para tener los beneficios citados, la mejor forma de consumir la manzana es in natura y con la cáscara. Cuando se consume en forma de jugo, por ejemplo, el contenido de fibras y de nutrientes es reducido.
No hay una recomendación diaria de consumo de manzanas. Los estudios con respecto a la prevención del cáncer, muestran que el consumo de una unidad al día puede tener efectos protectores. Pero el ideal en la dieta es la variedad y el consumo de 2 a 3 porciones de frutas frescas por día.
* Texto elaborado con la colaboración de nutricionistas.