La enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad intestinal inflamatoria y la causa exacta de esta dolencia se desconoce. Lo que sabemos es que cualquiera que sea, ésta provoca una inflamación crónica. En general, es una afección que se presenta cuando el sistema inmunitario del propio cuerpo ataca por error y destruye el tejido corporal sano.
Por otro lado, los factores de riesgo más comunes que influyen en la enfermedad de Crohn son:
Factores genéticos y antecedentes familiares: (un 20% de las personas que padecen la enfermedad de Crohn tienen un pariente, hermano o hermana más frecuentemente y, a veces, el padre, la madre o un hijo que tiene algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal).
Factores ambientales
Infecciones virales
Personas genéticamente predipuestas a sufrir alteraciones inmunológicas
Alteraciones del microbiota intestinal
El tabaquismo también agrava la enfermedad
Síntomas de la enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn puede ocurrir a cualquier edad, pero normalmente se presenta en jóvenes de entre 15 y 35 años.
Los principales síntomas de la enfermedad son:
Dolor abdominal con cólicos
Fiebre
Fatiga
Inapetencia
Sensación de que necesita defecar, aun cuando sus intestinos ya estén vacíos. Puede implicar esfuerzo, dolor y cólicos
Diarrea acuosa que puede tener sangre
Pérdida de peso
Otros síntomas que se pueden presentar incluyen:
Estreñimiento
Drenaje de pus, moco o heces de la zona alrededor del recto o el ano (fístula)
Hinchazón y dolor articular
Úlceras bucales
Sangrado rectal y sangre en las heces
Encías sangrantes
Protuberancias rojas y sensibles bajo la piel
Úlceras o inflamación de los ojos
Además de estos síntomas, pueden aparecer algunas complicaciones relacionadas con la enfermedad de Crohn:
Absceso o infección en los intestinos
Anemia
Obstrucción intestinal
Fístulas en la vejiga, la piel o la vagina
Crecimiento y desarrollo sexual lento en niños
Hinchazón de las articulaciones
Falta de nutrientes importantes, tales como hierro y vitamina B12
Aumenta el riesgo de tener cáncer de colon y del intestino delgado
¿Cómo se puede detectar la enfermedad de Crohn?
Para poder determinar si se sufre o no la enfermedad de Crohn, existen algunos exámenes para diagnosticar esta dolencia: la colonoscopia, la endoscopia, la enteroscopia, una resonancia mágnetica del abdomen y un análisis de las heces para descartar una infección o para revelar si hay sangre.
También es posible hacer antes una analítica de sangre para así ver si existe inflamación o mala absorción. Con la enfermedad de Crohn se presentan:
Niveles bajos de albúmina
Tasa de sedimentación eritrocítica alta
Grasa fecal
Hemoglobina y hematocrito bajos
Pruebas de la función hepática anormales
Conteo de glóbulos blancos alto
Tratamiento de la enfermedad de Crohn en la dieta
No se ha demostrado que ninguna dieta específica mejore o empeore los síntomas de la enfermedad de Crohn, pero lo que es también es cierto es que hay que seguir una alimentación sana y equilibrada. Una buena nutrición es esencial en cualquier enfermedad crónica, pero especialmente a la hora de combatir esta enfermedad. El dolor abdominal y la fiebre pueden causar pérdida del apetito y pérdida de peso. Por otro lado, la diarrea y el sangrado rectal pueden robarle al cuerpo fluidos, minerales y electrolitos. Estos son nutrientes esenciales que deben permanecer equilibrados para que el organismo funcione adecuadamente.
Del mismo modo, no existe una sola dieta o plan alimenticio que resulte beneficioso para todos los afectados de la enfermedad de Crohn. Las recomendaciones dietéticas a cada paciente deben ser formuladas dependiendo de la parte afectada de su intestino y de los síntomas que esté sintiendo. La enfermedad de Crohn varía de una persona a otra, y aun incluso la misma persona puede experimentar cambios con el paso del tiempo. Entre las diferentes dietas que se pueden utilizar, es trabajo del médico o nutricionista determinar cuál es la más adecuada para cada paciente. Algunas de las dietas utilizadas son:
Dieta baja en sodio: usada durante terapia con corticosteroide para reducir la retención de agua.
Dieta baja en fibra: se utiliza para evitar oclusiones en los pacientes con la enfermedad de Crohn quienes tienen estrechez y para evitar estimulación del movimiento intestinal.
Dieta baja en grasas: típicamente recomendada durante un brote de la enfermedad de Crohn, cuando la absorción de grasas pudiera convertirse en un problema.
Dieta libre de lactosa: para aquellos que tienen intolerancia a los productos lácteos.
Dieta alta en calorías: para aquellos que sufren de pérdida de peso o retraso en el crecimiento.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, no es cierto que haya que hacer una dieta pobre en fibra. Generalmente, la fibra debe evitarse cuando se tienen brotes de la enfermedad o cuando existe una suboclusión intestinal. Algunos alimentos pueden empeorar la diarrea y los gases, para ayudar a aliviar los síntomas, es recomendable:
Comer cantidades pequeñas de alimento a lo largo del día
Beber mucha agua (mejor cantidades pequeñas a lo largo del día)
Evitar los alimentos ricos en fibra (salvado, frijoles, nueces, semillas y palomitas de maíz)
Evitar los alimentos grasos o fritos y las salsas (mantequilla, margarina y crema espesa)
Reducir los productos lácteos si se tienen problemas para digerir las grasas de los lácteos. Probar con quesos bajos en lactosa.
Evitar alimentos que se sabe que causan gases, como las legumbres.
Evitar las bebidas gaseosas si se tienen problemas excesivos de gas
Limitar la cafeína y teína cuando se tenga diarrea fuerte
Consumir alimentos blandos y suaves, en la mayoría de los casos se toleran mejor que los alimentos picantes muy condimentados
No abusar de sustancias perjudiciales como el alcohol o el tabaco, ya que pueden irritar mucho el intestino
Se pueden tomar medicamentos para tratar las diarreas muy intensas
Tratamiento con medicamentos
No existe una cura para la enfermedad de Crohn, pero la terapia médica con uno o más fármacos proporciona un medio para tratar la enfermedad en su etapa temprana y aliviar los síntomas. Los fármacos que se recetan más comúnmente son los corticoesteroides y varios agentes antinflamatorios.
Tratamiento con cirugía
Tarde o temprano, un 75% de los pacientes con enfermedad de Crohn requerirá cirugía. En cualquier caso, hay que señalar que la cirugía no es curativa, sino que se puede considerar más como un tratamiento paliativo (extirpación de la parte enferma del intestino).
Esperamos que esta información te sirva para aliviar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Si quieres saber más sobre las enfermedades inflamatorias, échale un vistazo a esta página.
Elaborado por la nutricionista Lara Dalla Rovere
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