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Hoy en día donde el tiempo muchas veces va en contra de las labores que tenemos que realizar a diario, un gran escape para “satisfacer” los horarios de alimentación es acudir a las tan perseguidas comidas rápidas o “fast-food”, sin tener en cuenta que por salir del paso le estamos haciendo serios daños al hígado. Este tipo de alimento es rico en grasas saturadas, sal y variados condimentos perjudiciales para nuestra salud.
Debido al alto porcentaje de grasas el más afectado es el hígado, ya que según investigaciones está comprobado que tras años de ingerir comida chatarra los efectos en este órgano serían muy parecidos a los que produce la hepatitis.
Uno de los alimentos más dañinos son las papitas fritas por los diversos productos que les agregan para que queden crujientes y doradas, incluso usan azúcar para que tengan esa consistencia externa.
Lo más preocupante es que con el pasar del tiempo son los niños los que están consumiendo a diario este tipo de comida y convirtiéndola en su alimento básico, sin tener supervisión de sus padres o en su defecto con la presencia de ellos incitándolos a consumirlos.
Debemos ser conscientes del daño que nos hacemos y hacemos a nuestros hijos al considerar la comida chatarra como una fuente de alimentación, recuerda que no es un alimento que debamos introducir en la comida diaria.
¿Consumes a diario comidas rápidas?