Cuando el cuerpo humano realiza un esfuerzo o se expone mucho al calor, esto provoca un proceso de deshidratación que se traduce físicamente en una disminución medible de la concentración, del rendimiento físico y de la memoria a corto plazo, cansancio, aparición de dolores de cabeza, así como una reducción en los reflejos. Es importante consumir líquidos para rehidratarse, pero es más aconsejable evitar ‘sustos' bebiendo poco a poco a lo largo del día. ¿y por qué no hidratarse con cerveza?
El agua es el líquido más recomendado y escogido para mantenerse hidratados. Pero hay ocasiones que apetece tomar otro tipo de bebidas, por sus cualidades organolépticas, su estructura y sabor. Es el caso de la cerveza, la cual, cuando es tomada por adultos de forma moderada y dentro de una dieta sana y equilibrada, la hidratación con cerveza puede cubrir parte de esas necesidades de hidratación: aporta a nuestro organismo agua en un 95% y, además, vitaminas del grupo B, fibra y minerales, y todo ello con una gradación alcohólica muy baja. En caso de que no se pueda ingerir nada de alcohol, las variedades ‘sin' poseen las mismas propiedades.
Incluso, en la presentación de este manual se puso de manifiesto que, según un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Granada y por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el consumo moderado de cerveza puede ser incluido en la dieta equilibrada de los deportistas. En cierta medida puede ayudar a mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las consecuencias, como el dolor muscular.
Hace calor, ¿te apetece una cervecita?