Los bulos sobre el COVID-19 y la alimentación
-‘La vitamina C previene contraer virus’: Si bien un estatus nutricional correcto con respecto a la vitamina C ha confirmado ser ‘ligeramente’ beneficioso a la hora de reducir la duración de los síntomas del resfriado común, no evita que el COVID-19 se presente en nuestro organismo.
-‘Los suplementos vitamínicos como refuerzo’: Hasta el momento, no hay evidencia científica de que ningún patrón de alimentación particular (más allá de seguir un modelo saludable) o suplementos nutricionales, sean eficaces para prevenir enfermedades comunes como resfriados o gripes, por tanto tampoco el COVID-19.
-‘Hay alimentos que reducen el riesgo de contraer el COVID-19’: Hay afirmaciones que carecen del menor rigor científico, como las que afirman que se puede reducir la incidencia o el riesgo de adquirir el COVID-19 gracias al consumo de batidos, setas o algas. Además, algunas de ellas, como que el consumo de alcohol ‘mata’ el virus, pueden entrañar graves consecuencias; como ha ocurrido en Irán, donde 27 personas han muerto por intoxicación por alcohol en las provincias de Khuzestan y Alborz tratando de prevenir la infección por el coronavirus.
Juan Revenga afirma que “en concreto y en relación a la COVID-19, un informe de la Academia Española de Nutrición y Dietética publicado ayer indicaba de forma clara y contundente que, actualmente, no existe tratamiento médico ni dietético específico para este nuevo virus, para el que solo se pueden tratar los síntomas".
Evidencias científicas que sí están relacionadas con la alimentación y el sistema inmunitario
Nuestro sistema inmunitario es una red compleja que se encarga de la defensa del organismo frente a agresiones tanto externas, como internas; por lo que resulta fundamental su buen estado para prevenir y combatir diversas enfermedades. Existen pruebas suficientes que indican que una adecuada alimentación incide en el buen funcionamiento de nuestro organismo:
1. Seguir una dieta equilibrada y variada, basada en el consumo de productos frescos ricos en vitaminas y minerales; es esencial para la integridad y el perfecto funcionamiento del sistema inmune.
3. Hay 11 micronutrientes reconocidos por la UE relacionados con un funcionamiento normal del sistema inmunitario. Por tanto, no tiene mucho sentido preocuparse por nutrientes aislados, dejando otros de lado. Así, y antes que preocuparse por nutrientes concretos, resulta mucho más práctico centrarse en un adecuado patrón de alimentación.
"Si bien hay factores que pueden hacer mella en nuestras defensas, hay otros que pueden fortalecerlas, como realizar ejercicio físico, evitar el tabaco y el alcohol, dormir correctamente, controlar los niveles de estrés y seguir una buena alimentación rica en minerales y vitaminas providentes de productos frescos. Aunque esto en ningún caso puede significar que un SI fuerte sea una barrera infranqueable para virus o enfermedades”, explica Revenga. Por otro lado, existen otros factores que influyen en nuestro SI que no podemos modificar, como son la edad, la genética, la contaminación ambiental o los cambios climáticos.
En definitiva, tener unos hábitos saludables y seguir una buena alimentación rica productos frescos contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, pero ni mucho menos evitan de manera directa el padecer ningún tipo de enfermedad vírica o de otra tipología.