La espondilodiscitis infecciosa es una infección poco frecuente que afecta a las vértebras y al espacio intervertebral. Generalmente son bacterias las que lo producen y que suelen llegar a la columna a través del torrente sanguíneo o directamente tras una operación en la zona.
Las vértebras a las que principalmente suelen afectar son las lumbares, seguido de las dorsales, siendo las cervicales las menos frecuentes. Esta infección suele ser complicada de diagnosticar puesto que se manifiesta con un dolor de la zona de la espalda donde están las vértebras afectadas y que siempre se suele relacionar primero con contracturas u otros problemas asociados a los dolores de espalda. El dolor suele ir aumentando con el tiempo pudiendo llegar a ser casi incapacitante, sobre todo si la infección se extiende y produce compresión medular.
A pesar de tratarse de una infección, sin embargo, no siempre provoca fiebre y eso retrasa su diagnóstico, unido a que no siempre se puede detectar con un simple análisis de sangre como otros procesos infecciosos. Generalmente se necesita una resonancia magnética para localizarla y en algunos casos se requiere de una biopsia para determinar cuál es la bacteria que ha producido la infección.
El tratamiento consiste en el suministro de antibióticos específicos para acabar con la bacteria durante varias semanas y en algunos casos es necesaria la intervención quirúrgica para dejar 'limpia' la zona con el fin de garantizar la oxigenación de los tejidos de las vértebras afectadas y garantizar la movilidad y seguridad de la columna vertebral.
¿Conoces algún caso de espondilodiscitis?
Fuentes: Espondilodiscitisinfecciosa.blogspot.com.es; Myegoo.s3.amazonaws.com y Zl.elsevier.es
Imágenes: primera, d3l/Flickr y Simon Davison/Flickr