Además del estrés que produce la compra de una nueva casa, la hora de llevar las cosas a la nueva casa nos encontramos con el típico estrés por la mudanza. Cajas, papeleo, muebles… Siempre queremos hacerlo lo mejor posible y sin perder ningún objeto.
La primera premisa para evitar el estrés por la mudanza es la organización. Es muy recomendable realizar un inventario de todo lo que se va a trasladar de una casa a otra, y numerar por caja o embalaje qué objetos van en cada paquete. De esta manera nos cercioraremos de que nos llevamos todo con nosotros a nuestro nuevo domicilio.
Existe un gran número de empresas que se encargan de realizar mudanzas, esto te ayudará mucho a evitar el estés por la mudanza, pero también siempre puedes pedir ayuda a algún familiar o amigo. En el caso de que te decantes por una compañía de mudanzas, es importante solicitar una factura del servicio. De esta manera se va a poder reclamar en caso de desperfectos o pérdidas.
Si tienes niños, puede que estos sean los que sufran las mayores consecuencias de una mudanza. Si estos son demasiado pequeños, puedes plantearles este proceso como un juego. Pero siempre ten en cuenta su opinión y explícales con antelación lo que va a suceder para que vayan acostumbrándose.
Recuerda ponerte en contacto con todas las empresas o personas que te envíen cartas para cambiar tu dirección. No te olvides de localizar una nueva sucursal bancaria y tu centro de salud asignado, además de modificar tu contrato de teléfono fijo, luz, agua, gas y seguro de hogar.
Una buena organización de todos estos pasos, puede evitarte muchos quebraderos de cabeza. Sino, siempre puedes acudir a algún spa o balneario para evadirte de la realidad durante unas horas.
Si has tenido una mudanza recientemente, ¿qué consejo nos puedes dar?