Cuando pensamos en la sandía solo nos llega a la mente una sensación de frescura, satisfacción y bienestar por lo deliciosa y nutritiva que es esta fruta.
Es un alimento de verano, representa una opción estupenda para esos jugos y ensaladas naturales, eso lo tenemos claro. Sin embargo, quizás tú también seas de esa parte de la población que piensa que la sandía es solo agua y por ende crees que tiene muy poco valor nutricional.
Bueno, si eres de esa clase de personas tal vez estés interesada en saber que, aunque la sandía sea un 92% agua, en cada mordida que nos llevamos a la boca encontraremos significativas cantidades de vitamina B6, C y A. Pero todo no queda ahí, también podemos extraer de ella un gran número de antioxidantes y aminoácidos esenciales para el bienestar del organismo.
Lo más impresionante es que posee otras características, las cuales hacen que esta fruta realmente sea más atractiva de lo que de por sí es gracias a su sabor, pues también podemos decir que su nivel de sodio es casi inexistente y lo mismo pasa con los niveles de grasa.
Entonces, ¿qué más le podemos pedir a la sandía?
L-citrulina, el aminoácido más efectivo que contiene la sandía
Es muy probable que quizás nunca hayas escuchado hablar de este componente, pero no te desesperes pues es más utilizado y reconocido dentro del ámbito deportivo, y eso se debe a que representa un aminoácido no esencial para el funcionamiento del cuerpo, pero que ofrece grandes beneficios al momento de ofrecer energía y mejorar el rendimiento físico.
Este aminoácido contiene una propiedad muy importante, pues nos ayuda a regular los niveles de ácido láctico y del maníaco encontrados en los tejidos musculares. Esta característica hace que notemos de inmediato el cambio en la recuperación de nuestros músculos, pues nos encontraremos con menos tensión, reducimos el porcentaje de calambres y percibimos menos el cansancio.
Por ende, como ya te habíamos mencionado, se mejora notablemente el físico.
La L-citrulina también contiene acciones metabólicas que hacen posible la síntesis de energía aeróbica, con lo que se retardaría las sensaciones de cansancio y fatiga.
Ahora te estarás preguntado: ¿esos beneficios actúan sobre las personas que no están involucradas con el deporte? La respuesta es afirmativa. Estas propiedades ayudarán a tu organismo a mantenerse sano y reducir un gran número de enfermedades.
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