Cuando nuestra joven protagonista decidió pasar por el altar, no sabía que su padre apenas tendría aliento para poder mostrarle sus felicitaciones el día el enlace. David Wilson, el co protagonista de nuestra historia con vida de hoy, enfermó rápidamente de cáncer y apenas unas horas antes de la boda de su primogénita, ya no podía moverse de la cama del hospital.
Quizás lo que esperaban la mayoría de los invitados era que la boda se suspendiera por un tiempo. Sin embargo, la joven aspirante a esposa tuvo una idea mucho más acertada. ¿Por qué iba a suspender el día más importante de su vida si podía adaptarlo al estado de su padre en aquel momento?
Enfundada en su flamante vestido de novia, decidió que la ceremonia con el amor de su vida fuese en la misma habitación donde su papá viviría el resto de sus días, pues, desgraciadamente se trataba de un enfermo en fase terminal. Los familiares y amigos más cercanos comenzaron a hacer los preparativos para el matrimonio según lo que había querido la joven.
Este ha sido tal vez uno de los pocos bellos momentos que se pueden vivir dentro de un hospital. Al menos, que hayan sido inmortalizados así, en este vídeo que ya queda para la posteridad.
Os adelanto que NO es apto para Muy sensibles, pero aún así, os aconsejo profundamente verlo. Todo un canto al amor y a la vida, a pesar de la enfermedad, a pesar de las barreras e, incluso, de la inminente muerte.
¿Alguien puede poner en duda de que el amor por un padre o una hija es más fuerte que cualquier traba de la vida?