Es muy importante mantener los hábitos y rutinas de entrenamiento que hayamos adquirido. Dejar de entrenar durante un tiempo por el clima hará más difícil volver y recuperar estas rutinas. Para mantener la motivación deberás recurrir a tu propia fuerza de voluntad así como a "truquitos" como la gamificación de la que habla Miriam Marta Andrés Calleja en este artículo y a otras personas, ya que salir en grupo puede hacerse menos costoso.
Otros tres puntos importantes a cuidar especialmente en días fríos son el calentamiento, la alimentación y la hidratación. Son tres puntos a cuidar durante todo el año pero en el Invierno hay que hacer especial hincapié en ellos.
El calentamiento se convierte en más fundamental que nunca. Es importante hacerlo bien para ganar temperatura corporal y para poner los músculos a tono ya que con el frío pueden estar más agarrotados y acortados de lo normal. Un calentamiento de entre 8 y 10 minutos bajo techo (si la temperatura exterior es muy baja) es lo mínimo recomendable. Para generar esta temperatura extra nuestro cuerpo necesita consumir una mayor cantidad de calorías por lo que deberías incrementar el consumo de hidratos de carbono con alimentos como arroz, pastas o legumbres así como de proteínas como las de las carnes y el pescado azul.
Y ojo a la hidratación. Con el frío y el viento se puede perder la sensación de pérdida de líquidos por lo que puede que no tengamos la misma sensación de sed. Así que, sigue hidratándote igual que siempre. Si acaso, cuida de no mojarte la ropa y secarte rápidamente el sudor al acabar el entrenamiento para reducir la posibilidad de pillar resfriados y otras molestias.
Otro consejo interesante es el de salir a correr cuando aún hace Sol. Si puedes modificar y adaptar tus horarios para evitar las horas de más frío, no dudes en hacerlo así. En cuanto a la ropa, lo más aconsejable es vestirse por capas y proteger las zonas más sensibles: manos, cabeza y orejas.
Piensa que, cuando lleves un rato corriendo, puede que si te vistes en exceso te comience a sobrar ropa. Una camiseta térmica interior, una camiseta de manga larga encima y un cortavientos puede ser suficiente para proteger el cuerpo. Además, a mí me gusta usar guantes finos de lana y un gorro que me protege también las orejas. Todo de colores oscuros para absorber la mayor cantidad de energía solar. Unas buenas mallas pueden ser suficientes para las piernas.
También conviene cuidar mucho el calzado. Además de unos buenos calcetines cuida que tus zapatillas te aporten no solo comodidad sino la suficiente seguridad de que no resbalan en suelos húmedos (en Invierno es muy habitual que haya mucha humedad) y que si pisas un charco el agua no te va a mojar todo el calcetín lo que, además de incómodo, puede tener malas repercusiones para tu salud. Alguna vez, yo he recurrido a ponerme unos plásticos encima de los calcetines antes de ponerme las zapatillas de modo que el agua no traspase el calcetín.
Dos consejos extra: para entrar antes en calor intenta correr contra el viento y cuando vuelvas a casa, cámbiate la ropa sudada lo antes posible y toma un buen té caliente para volver a entrar en calor y recuperar bien.