El hecho de sufrir un desmayo puede causarnos cierta angustia y alarmar mucho a las personas que nos rodean en ese instante, pero lo cierto es que no es extraño que nos desmayemos en algún momento de nuestra vida y, en la mayoría de los casos, las consecuencias no van más allá del susto del momento.
Los motivos para sufrir un síncope son los siguientes:
- Factores externos y físicos: estar mucho tiempo de pie o expuesto al calor pueden ser una causa. También realizar un esfuerzo físico excesivo, estar deshidratado o estar mucho tiempo sin comer nos puede provocar un desmayo.
- Estrés excesivo: enfrentarnos a una situación que nos impacte o angustie muchísimo puede suponernos un fuerte descenso de la presión arterial.
- Hiperventilación: esto supone un descenso de dióxido de carbono en la sangre que puede desembocar en un desmayo.
- Consumo de drogas o medicamentos: las alteraciones que provocan estas sustancias pueden suponer un descenso de nuestra frecuencia cardíaca.
- Hipoglucemia: se produce cuando los niveles de concentración de azúcar en sangre son muy bajos. Los diabéticos están más expuestos a ella.
- Anemia: uno de los rasgos de las personas que sufren esta enfermedad es que tienen menos glóbulos rojos de lo normal, por lo que la cantidad de oxígeno que llega al cerebro a veces es insuficiente.
- Embarazo: provoca numerosas alteraciones en el cuerpo que pueden reducir el riego sanguíneo al cerebro.
Una vez que ya conocemos cuáles pueden ser los motivos, es fundamental que sepas cómo reaccionar en el caso de que sufras un desmayo o tengas que atender a alguien en esta situación.
Pongámonos en el primer supuesto: eres tú el que notas que vas a a desmayarte. ¿Qué debes hacer?
1. Empezarás a notar como se nubla tu visión o que todo da vueltas a tu alrededor, osea, algo semejante a un mareo muy fuerte y continuado. Mantén la calma y reclama la atención de las personas que estén cerca.
2. Túmbate o siéntate colocando la cabeza hacia adelante, apoyada en las rodillas. Esto permitirá que la sangre pueda fluir con más facilidad hacia nuestro cerebro.
3. Bebe agua si es posible.
En el caso de que sea la primera vez que te desmayas y este ha sido de poca duración y por causas obvias como una exposición excesiva al sol, no te preocupes; probablemente no tenga ninguna consecuencia grave. Pero, en el caso de que tu síncope se haya producido en un contexto diferente, sientas alguna alteración en tu frecuencia cardiaca, te hayas dado un golpe en la cabeza al caerte o tengas alguna inquietud, consulta a tu médico sin dudarlo.
Si la persona que se desmaya es otra y tenemos que atenderla debemos seguir los siguientes pasos:
1. Tumba a la persona sobre una superficie horizontal, excepto si crees que puede haber sufrido alguna lesión al caerse. En ese caso es mejor no tocarla y solicitar asistencia médica.
2. Facilita el flujo sanguíneo: aflójale cualquier prenda u objeto que le pueda estar presionando (cinturón, corbata, etc.). También es recomendable que coloques sus piernas a una altura un poco superior a la del resto de su cuerpo, apoyándolas en una almohada por ejemplo.
3. Asegúrate de que la persona se mantenga tumbada durante un tiempo prolongado y, en el caso de que no recupere la consciencia en el plazo de un minuto, llama a una ambulancia. Siempre que mantengamos la tranquilidad, el proceso de recuperación de la consciencia debería ser sencillo y sin mayores consecuencias. No obstante, si notamos algo fuera de lo normal, como que el afectado respira de forma deficiente, debemos pedir ayuda a los servicios sanitarios con la mayor prontitud posible.
Más información sobre salud en nuestro Facebook.
Fuente: teenshealth.org