Las malas posturas y el sobre esfuerzo suelen ser los responsables de que la musculatura cervical se dañe, lo que constituye la causa más frecuente de dolor en esa zona. Existen formas sencillas de evitarlo, y lo primero es ser consciente de las actividades cotidianas que te tensan.
Duerme en una posición correcta para superar este mal (en este otro artículo te explico cómo dormir con dolor de cuello) y toma nota de lo siguiente:
- Haz pequeñas pausas cada media hora si realizas tareas repetitivas (coser, estar horas ante el ordenador…).
- Empuja el carro de la compra hacia delante cuando esté muy lleno. Tensarás menos las cervicales.
- Trata de que la espala quede recta y la cabeza tenga un apoyo cuando mires la tele.
- Elige la almohada adecuada. Una de unos 20 centímetros para que la columna esté recta. Es mejor dormir de lado.
- Alivia el dolor muscular aplicando frío durante las primeras 24 horas para reducir la inflamación y después calor, para mejorar la contractura.
- El automasaje a primera y última hora del día va bien. Masajea la zona presionando suavemente los dedos de cada mano (salvo el pulgar) a ambos lados del cuello mediante movimientos circulatorios. Sigue hacia abajo hasta llegar a la base de la columna. Repite el recorrido pellizcando con el pulgar y el índice.
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