Células madre: ¿Qué son?: Dentro del cuerpo humano se encuentran cientos de diferentes tipos de células que son de suma importancia para nuestro bienestar diario. Estas células son las encargadas de mantener nuestro organismo en perfecto funcionamiento cada día, para hacer que nuestro corazón bombee, que nuestro cerebro analice y piense, que nuestros riñones hagan su trabajo de limpieza la sanguínea, para sustituir las células de nuestra piel cada cuanto se vaya renovando y un gran número de otras cosas.
La tarea fundamental de estas células es la de generar todos estos otros tipos de células. Las células madre son las reproductoras de células nuevas. Cuando estas logran dividirse tienen la habilidad de hacer más de ellas mismas o más de cualquier otro tipo diferente de célula. Por ejemplo, las células de la piel pudiesen formar más células de piel o también formar células diferenciadas a la piel que poseen tareas específicas como la de generar el pigmento de la melanina.
Cambios en la medicina si se usaran más las células madre
Debido a que de origen, las células madre tienen el deber de reemplazar las células envejecidas o enfermas, los expertos han concebido la idea de usar estas células madre como terapia para mejorar y perfeccionar una amplia variedad de condiciones médicas.
Lo que se espera es que al ofrecerle a un paciente afectado las células madre o células diferenciadas generadas de las células madre, podamos hacer utilidad de la capacidad original de estas células para sanar a dicho paciente. Para poner un ejemplo, si un paciente sufre de un ataque al corazón, el objetivo sería movilizar células madre en el tejido afectado para que reparen el daño ocasionado al corazón.
Las sociedades naturales de células madre con las que todos contamos tienen una capacidad limitada para reconstruir lesiones en nuestro cuerpo. Regresando al ejemplo del corazón, las células madre del mismo corazón no tienen la capacidad de regenerar todo el daño que se produjo en esa zona después de un ataque al órgano.
Por otro lado, un trasplante con miles de células madre sería mucho mejor para lograr la restauración. Por lo que quiere decir que el trasplante de células madre supera la capacidad natural del cuerpo humano para sanar, debido al número restringido de células madre propias.
Algunos detalles quedan por mejorar antes de que la terapia con células madre se vuelva más beneficiosa, en esos detalles podremos encontrar efectos no deseados, como la generación de tumores que estas células posiblemente pueden formar, y el efecto negativo con el sistema inmunológico.
Con todo y eso, las células madre tienen la capacidad de innovar la medicina y quizás en solo algunos pocos años la mayoría de nosotros tendremos referencia de alguien o tal vez incluso nosotros mismos nos veremos beneficiados en algún momento de un trasplante de estas propias células.
Estas células madre se pueden usar para el tratamiento de las enfermedades más nefastas que hoy en día ataca a la población mundial, incluyendo al cáncer, derrame cerebral ,enfermedades del corazón, problemas de la médula espinal, esclerosis múltiple, la discapacidad de Parkinson, la indeseable enfermedad de Huntington y muchísimas más que no han podido ser dominadas hasta la época.
¿Por qué son tan importantes?
Sus buenas características como la de multiplicarse y sus capacidades de desarrollo como otras especies de células, bajo otras ciertas condiciones fisiológicas o experimentales es lo que ha colocado a las células maternas como la mayor prioridad según interés de la comunidad científica. Cada día, estudios de alta tecnología de células madre progresan el entendimiento científico sobre el cómo las células sanas se generan y reemplazan a las células ya dañadas.
En los campos de entrenamiento esto se reduce a que hay un enorme potencial para descubrir nuevos tratamientos médicos efectivos y/o curas para una gran cantidad de enfermedades, adicionalmente se encuentran muchas otras aplicaciones en el campo, que cada vez va más en ascenso de la medicina regenerativa.
Las células maternas se pueden detectar o ser capturadas de un número variado de fuentes, donde se incluyen los embriones prematuros, tejido adulto, placenta, sangre del cordón umbilical, tejido adiposo y finalmente pulpa dental.
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