Causas
Algunas de las ideas que tenemos entorno a los alimentos fueron útiles durante la infancia, pero puede que ya no lo sean en la edad adulta. Por ejemplo, si durante tu niñez tus padres te obligaban a comer hasta que el plato quedara limpio o te hablaban de los niños hambrientos en países pobres para hacerte comer, son frases utilizadas para manipularte y obligarte a comer una cantidad ‘adecuada’ de alimentos.
Entonces muy probablemente en este momento tienes problemas para tener una dieta saludable y tal vez tienes problemas de sobrepeso. El temor que experimentabas como niño al escuchar comentarios de desaprobación cuando te negabas a comer toda tu comida probablemente esté haciendo mella en tu relación con la comida. Tal vez te sientas un poco culpable si desperdicias comida o si no te lo comes todo.
Así mismo, hay quienes comen cuando algo sale bien o cuando necesitan sentirse mejor. Esto puede deberse a que cuando eras pequeño, tus padres solían premiarte o consolarte con cierto tipo de alimentos; esto hace que inconscientemente asocies el consuelo o las recompensas con el acto de comer.
Como puedes observar, muchas de las conductas aprendidas en la niñez te llevan a vincular los hábitos de alimentación con las emociones. Comes cuando estás triste, feliz, vacío y también comes todo lo que hay en el plato, sin prestar atención a si estás satisfecho o no ó al hecho que las porciones en la mayoría de los restaurantes son inmensas.
Si deseas adquirir el hábito de una alimentación saludable, comienza a superar de forma consciente estos patrones que te perjudican. Desvincular el acto de comer a las emociones no quiere decir que reprimas tus sentimientos, sino que hagas el esfuerzo consciente de no seguir estas viejas creencias; si bien es cierto fueron útiles en el pasado para que comer la cantidad adecuada de alimentos, actualmente son innecesarias.
Por ejemplo, el hábito de comer todo lo que te sirven sólo hace suprimir y/o ignorar el reflejo del hambre y la saciedad, que son imprescindibles para poder comer de forma adecuada; así mismo, la comida sólo ofrece un consuelo temporal a las emociones negativas y a largo plazo, traen más inconvenientes que beneficios.
Recomendación
Necesitarás un poco de creatividad para romper patrones que relacionan los sentimientos con el acto de comer. Debes buscar una respuesta adecuada a tu estado de ánimo y personalidad que sustituya la comida ante esas circunstancias.
Así mismo, debes aprender a identificar la sensación de hambre y la de saciedad cuando comas y, sobre todo, respetarlas. Identificar las emociones que te llevan a comer compulsivamente es un paso imprescindible para tener una dieta saludable.