Stephanie Dowrick, una conocida psicoterapeuta australiana que ha escrito ampliamente sobre el tema del yo femenino, dice que este es el resultado de la relación entre una persona y el mundo y que, cuando el proceso funciona, surge el “auténtico yo”. Cuando no lo hace, el resultado es un “yo menos auténtico”.
Conocerte a ti misma implica:
Conocer y valorar quién eres; esa persona intrínseca y única que sólo tú puedes ser, tanto en cuerpo como en mente y alma.
Saber qué es importante para ti (tus valores y prioridades), saber qué quieres y qué estás haciendo y por qué.
Estar en armonía con tus propios pensamientos positivos y sanos y permitirles que guíen tus acciones cotidianas.
Estar en armonía con tus propios sentimientos, explorarlos y utilizarlos como información sobre lo que sucede en tu interior y lo que pasa en tus relaciones con los demás.
Reconocer sinceramente las consecuencias de tus propias ideas, sentimientos y actos y responsabilizarte de sus efectos en ti misma y en los demás.
Es muy importante que te conozcas a ti misma, Maslow fue uno de los primeros en alegar que cuando no logramos a ser nosotros mismos, estamos eludiendo nuestro propio destino biológico. Dijo que, al no aceptar quiénes somos, especialmente cuando nos comparamos con otros o queremos ser como ellos, estamos soslayando la tarea para la que sólo nosotros nacimos.
Muy al contrario, las cosas buenas que cuando llegamos a ser nosotras mismas; en primer lugar, te sientes viva…tienes unas ganas de vivir como nunca antes habías tenido. Verás, alguien que consigue ser más ella misma desarrolla una nueva fuente de energía.
En segundo lugar, quienes llegar a ser ellas mismas son más felices y más naturalmente cariñosas y por una buena razón; recuerda: cuando sientes plenitud, das lo que te rebosa, no por deber ni por su carencia.
En tercer lugar, las personas que se desarrollan, de repente, se sienten libres. En lugar de buscar la aprobación y el permiso de los demás, serás la autora de tus propios actos.
Y por último, una persona que actúa de acuerdo con ella misma puede dedicarse a cualquier cosa que haga con interés y entrega. Las personas que se motivan a sí mismas, en lugar de someterse a la presión externa, disfrutan una clase de especial creatividad, entusiasmo y alegría en todos los aspectos de su vida. Como resultado, manifiestan muchos más rasgos deseables como el afecto, la amistad, la generosidad, la amabilidad y la confianza.
En conclusión, conocerte a ti misma incidirá en tu calidad de vida aumentando tus niveles de satisfacción.