?En qué consiste?
Se trata de una alteración psicológica que puede hacer que no se puedan controlar los propios actos.
Se caracteriza por la aparición de crisis nerviosas sin ningún motivo justificado. Cuando éstas inciden en la vida de la persona y la condicionan, se empieza a hablar de ansiedad.
Esto es lo que le diferencia del miedo y lo que hace que se convierta en un trastorno que es necesario tratar para evitar que pueda derivar en una dolencia de mayor gravedad e incluso peligrosa.
Afecta a más mujeres que hombres, y está más generalizada en personas adultas.
Se ha multiplicado en los últimos años por culpa del ritmo de vida actual.
Síntomas
Cuando aparecen las crisis los síntomas que se manifiestan dependen mucho según la persona, pero se pueden generalizar en los siguientes:
Palpitaciones o sacudidas del corazón.
Temblores.
Sudoración excesiva.
Sensación de ahogo o de falta de aire.
Opresión en el pecho.
Náuseas o molestias abdominales.
Mareo o desmayos.
Alteraciones en la percepción de la realidad.
Tratamiento
Las terapias cognitivo-conductuales ayudan al paciente a manejar su enfermedad. Se centran en modificar la conducta para poder controlar sus pensamientos.También explican cómo afrontar los síntomas físicos.
Estos tratamientos los lleva a cabo un psicoterapeuta de forma personal o en terapias de grupo.
Los cursos de habilidades sociales cobran especial relevancia, y se pueden completar con técnicas de relajación y respiración para que el paciente practique en su propia casa.
Para los casos más graves, se suelen recetar fármacos que ayudan a controlar y disminuir las crisis. Los más empleados son los tranquilizantes, junto a ansiolíticos y antidepresivos.
Siempre se ha de recurrir a la psicología para solucionar estos trastornos.