¿Se puede curar el cáncer con los alimentos? Lo siento pero la respuesta sigue siendo NO, aunque sí es cierto que puede ayudar a mejorar la salud de las personas, a hacer que los tratamientos funcionen mejor y a prevenir dentro de lo que cabe a que aparezcan.
De hecho, se deberían comer todos estos alimentos que iréis viendo para su prevención y eliminar aquellos que favorezcan la aparición de tumores. Desgraciadamente, no sólo es cosa de los alimentos sino que aparecen por muchas otras causas, algunas de ellas incontrolables e impredecibles a día de hoy…
Aún así, no le demos a nuestro cuerpo la excusa de padecer un tumor por el simple hecho de no haber sabido elegir los alimentos adecuados. Al fin y al cabo nadie nos obliga a comer mal y se pueden hacer excelentes recetas con los alimentos más saludables y buenos para nuestra salud.
La salud comienza a partir de una buena alimentación y en este caso los alimentos a escoger son los que veis en las distintas infografías y la tabla que os dejo. Hoy en día son muchos los estudios que tratan de indicar los alimentos que más contribuyen al bienestar físico. Y también a ayudar a evitar en lo más que puedan enfermedades graves como:
enfermedad del corazón,
cáncer,
envejecimiento prematuro,
diabetes…
¿Sabías que estas enfermedades tienen algo en común?
Todas estas enfermedades se asemejan en el proceso de oxidación que se produce por átomos de oxígeno sin un electrón que atacan las moléculas vecinas, es decir, las que destruyen. Para contrarrestar o intentar evitar que se de este mecanismo es cuando podemos emplear los alimentos. Así que prestad atención a vuestra dieta y podréis evitar más de un quebradero de cabeza (por así decirlo…).
Infografía de Compound Interest
Las células tumorales se originan de los residuos de combustión en el proceso de oxidación (quisiera recordar que con el oxígeno se quema las calorías que introducimos en el cuerpo con los alimentos) a través de lo cual nos nutrimos. Las sustancias antioxidantes contrarrestan la formación de estas células.
Somos lo que comemos. Esta frase la hemos leído y repetido cientos de veces pero es que es bien cierta y por mucho que la digamos seguimos sin ser conscientes de lo que significa y la magnitud que tiene. Los alimentos que entran en nuestro cuerpo a través de la boca son digeridos, metabolizados y luego se utilizan para formar nuevas células que van a formar parte de nuestro cuerpo. Es decir, todo lo que comemos acaba formando parte de nosotros de algún modo.
En las últimas décadas, la exposición a agentes mutágenos como el humo o la contaminación atmosférica, el abuso de alimentos refinados y la ingesta elevadísima de grasas, ha hecho que se duplique la incidencia de cáncer. El estilo de vida sedentario y el estrés con el que vivimos a diario tampoco ayudan a nuestra salud.
Poco se puede hacer contra la contaminación atmosférica, y mucho menos en contra del aumento de la radiactividad “natural”. Se puede purificar el aire, humidificar el ambiente, ionizarlo … Podemos incluso contrarrestar la contaminación electromagnética por la noche con dispositivos como telas con fibras de carbono para los colchones. Como he dicho antes, no todo es cosa de los alimentos y hay cosas que se nos escapan, aunque otras, como vemos, también podemos reducirlas. Pero los alimentos juegan un papel importantísimo, porque nos vamos a engañar. Es fundamental seguir una dieta sana y equilibrada para reducir el riesgo de cáncer e incluso para mejorar la salud una vez ya ha aparecido.
Con los años hemos desarrollar hábitos alimenticios que pasan de padres a hijos y que han ido pasando a través de generaciones y generaciones. de hecho, casi nunca nos preguntamos si aquello que hemos hecho siempre es correcto o no porque lo hacían ya nuestros padres y nosotros hemos seguido haciéndolo. Pero amigos, la información es la clave del éxito en cualquier situación de la vida y las cosas que antes se ignoraban o se pasaban por alto pueden cambiarse a día de hoy mejorar, por nosotros y por nuestro hijos.
El propósito de esta lista, hecha a base de varios estudios que hablan sobre el tema y sobre opiniones de médicos, cocineros y nutricionistas, es señalar lo que se consideran alimentos que tienen propiedades anti-tumorales no solo presumibles sino reales.
Alimentos excelentes para combatir el cáncer
Infografía Nutrimetabolic
Acai
Ajo
Aloe vera
Algas
Plátano
Cerveza
Brócoli
Alcachofa
Coles
Cebolla roja y blanca
Cúrcuma
Graviola (o durian)
Alforfón
Guaraná
Limones
Almendras
Granada
Menta
Miel
Mijo
Moras
Mirtilo
Nueces
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Pimientos
Tomate
Ciruelas pasas
Quinua
Grosella negra
Rúcula
Soja
Té verde
Yogur
Vino tinto (un poco)
Alimentos aliados que nos ayudan pero en menor grado que antes:
Sandía
Naranjas
Avena
Bayas de Goji
Chocolate negro
Zanahorias
Cilantro
Frijoles
Espelta
Lino (semillas)
Regaliz
Berenjena
Manzanas
Ortiga
Pan integral
Patatas
Pescado azul pequeño (Omega 3)
Toronja
Perejil
Achicoria
Arroz
Azafrán
Infografía Alimentatubienestar
Alimentos que ayudan a mejorar el bienestar de las personas:
Agar Agar
Albaricoques (atención a los pesticidas)
Piña
Anís
Aguacate
Remolacha
Albahaca
El café (sin azúcar y sin pasarse)
Achicoria
Berro
Melón
Aceitunas verdes
Orégano
Cebada
Pera (atención a los pesticidas)
Peces (atención a los pesticidas)
Guisantes
Puerros
Apio
Sémola
Sésamo
Calabaza (especialmente las semillas)
Infografía Alimentatubienestar
Hay que tener mucho cuidado e intentar comer muy poco de:
Alcohol (máximo 1 vaso de vino tinto al día)
Alimentos en conserva en aceite y similares
Leche y productos lácteos
Carne de cerdo (poca y siempre sin grasa)
Carne roja
Peces grandes depredadores (tienen muchos metales)
Sal (5 g al día)
Azúcar, sobretodo la blanca (muy poca)
Alimentos que mejor no comer:
Bebidas azucaradas
Carne enlatada
Alimentos preparados
Alimentos refinados (por ejemplo. Harina 00)
Ahumados
Salchichas
Salsas preparadas
Comida ala parrilla o frita
Alimentos acroleinicos, es decir, usar mucho calor en poco tiempo.
Os recomiendo leer el artíclo
– La importancia de los alimentos para prevenir y combatir el cáncer.
En primer lugar, el exceso de carne y embutidos, igual que comer una gran cantidad de grasas saturadas contienen conservantes como los nitratos que pueden ser muy perjudiciales para la salud.
Tampoco se recomienda cocinar la carne a la parrilla. Este tipo de cocción libera benzopireno, una sustancia de sobras conocida como carcinógena.
Otro tipo de cocción que debe ser evitado, o al menos usarlo muy de tanto en tanto es la comida frita. Las altas temperaturas al cocinar así hace que se libere una sustancia cancerígena llamada acroleína.
Os recomiendo leer el artículo:
– ¡Vigila con la acrilamida!
Lo mismo ocurre cuando calentamos con las sartenes antiadherentes y escaldamos la comida, llevándola muy rápidamente a temperaturas muy altas. No hay que hacer esto, aumenta el riesgo de cáncer. Tómate tu tiempo con la cocina y deja que se vaya haciendo a su ritmo.
Del azúcar creo que poco me queda por decir que no se haya dicho ya. Se podría considerar el alimento de los tumores…Mejor sustituirlo por otros edulcorantes como la miel o stevia.
También su otro compañero de cocina blanco, la sal, se debe usar en justa medida. Se compone de sodio, responsable de la retención de agua y del cansancio cardíaco. y no sólo para las personas hipertensas sino en general. Su abuso se correlaciona con la aparición de ciertos tipos de cáncer.
Recomendaciones para mujeres embarazadas y durante la lactancia:
Evitar el alcohol y las drogas de cualquier tipo. En drogas incluyo el tabaco y sustancias adictivas.
Evitar cualquier tipo de exposición a la radiación.
Amamantar al menos 6 meses a los bebés si es posible.
Consejo para todos:
¡A moverse! hay que poner el cuerpo en forma todos los días. y no solo para estar hermosos y lucir tipazo si no para el bienestar de nuestra salud. Y también para luchar contra el cáncer.
Cuando hacemos deporte desarrollamos endorfinas que nos hacen sentir bien y no se nos acumulan depósitos inútiles en el cuerpo que no necesitamos. El cuerpo humano es como una máquina, hay que cuidarla para que rinda óptimamente.
Un cuerpo sano siempre se recupera y se regenera antes que uno que esté dejado. Igual que con los coches o cualquier otra máquina que os venga a la cabeza.