La hipertensión se considera un factor de riesgo de diversas enfermedades y es el término utilizado para referirse a la presión arterial alta. Esta patología cardiovascular es causante de muchos problemas de discapacidad y fallecimientos a nivel mundial. Existen muchos fármacos para su tratamiento, pero hoy en día ya se reconocen diversas alternativas naturales para su control.
De este tema, que agobia a muchas personas a nivel mundial hablaré en vista de la solicitud de Marianne, una seguidora de Florida. Ella, es una joven universitaria muy comprometida con sus estudios y le encanta además cocinar.
Ella me comentaba, que desde que realizó un curso de pastelería procura poner en práctica estos conocimientos. Por ello, en sus ratos libres elabora una infinidad de postres para ella y su familia.
Sin embargo, ella comenzó a incrementar su peso y esto le ocasionaba lentitud, incluso en ocasiones cuando caminaba distancias rutinarias, sentía cansancio y palpitaciones. Para ella la salud es algo muy preciado, por eso ante la preocupación de deteriorarla decidió comunicarse conmigo.
Antes de hacerlo, ella había decidido perder peso. Sin embargo, las palpitaciones persistieron y esto la llevó a visitar un cardiólogo, quien encontró que su sistema cardíaco se encontraba funcionando normalmente.
Por ello, preparé para Marianne un material muy sencillo donde le mencioné acerca de ciertas plantas con estas propiedades. Además de ello, le incluí ciertas descripciones para elaborar infusiones con las mismas.
A sabiendas de la importancia de mantener un adecuado funcionamiento del sistema cardiovascular, decidí compartir esta información con vosotros.
Generalidades acerca de la hipertensión
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), la hipertensión se origina cuando la sangre fluye por las arterias a presiones más altas de lo normal.
Para monitorear la tensión arterial, se emplea la observación de dos parámetros: sístole y diástole. Así, la presión sistólica es la originada por el efecto del envío de sangre bombeada por los ventrículos fuera del corazón. A su vez, la presión diastólica es la que se produce entre un latido y otro y se origina por el llenado de sangre de los ventrículos del corazón.
En la mayoría de los casos no se sabe con exactitud, que factores desencadenan la hipertensión arterial. Sin embargo, existen ciertos aspectos que podrían incrementar el riesgo de padecer tensión arterial elevada. Dentro de ellos mencionamos:
Ingesta excesiva de sal
Bajo consumo de frutas y verduras
Presencia de obesidad o sobrepeso
Ingesta excesiva de bebidas cafeínadas
Elevado consumo de bebidas alcohólicas
Dormir poco o tener problemas para conciliar el sueño
Practicar poco ejercicio físico o llevar una vida sedentaria
Es fumador activo o pasivo (frecuenta personas que fuman o ambientes donde lo hacen)
Su edad es igual o mayor de 65 años
Posee algún familiar hipertenso.
Cuando se realizan cambios favorables en el estilo de vida se reducen las probabilidades de padecer hipertensión. Incluso, estas modificaciones positivas pueden coadyuvar a reducir la presión arterial elevada. Se considera, que la tensión es elevada cuando posee valores sistólicos constantes de 130 mm de mercurio (Hg) o más. O bien, lecturas diastólicas de 80 mmHg o más.
La tensión arterial puede modificar sus valores a lo largo del día. Se considera, que una tensión normal presenta valores inferiores a 120 y 80 mmHg.
Daños potenciales que puede causar la hipertensión
De acuerdo a los especialistas, es de vital importancia medir la presión arterial de forma regular. Esta sugerencia es de mucha importancia, porque frecuentemente la hipertensión no presenta síntomas previos, pudiendo ocasionar problemas graves. Estos son causados muchas veces, por la hipertensión no diagnosticada.
Dentro de los procesos negativos más frecuentemente detectados se mencionan:
Insuficiencia cardíaca (incapacidad del corazón para bombear sangre adecuadamente)
Arteriopatía periférica (flujo sanguíneo deficiente en brazos y piernas)
Cardiopatía isquémica (flujo sanguíneo insuficiente en el corazón)
Demencia vascular (daño ocasionado por derrames cerebrales)
Aneurisma
Accidente cerebrovascular
Enfermedad renal crónica
Daños en el sistema visual
Infartos al miocardio.
Consecuencias de los medicamentos para el control de la hipertensión
A nivel mundial se ha detectado, que la hipertensión es uno de los problemas cardiovasculares que va en aumento. Esto se produce debido al estrechamiento de las arterias, generando una recarga sobre la labor del corazón. Es decir, este órgano debe ejercer mayor presión para poder bombear adecuadamente la sangre por todo el sistema circulatorio.
Existen diferentes tipos de fármacos empleados para el control de la hipertensión. Lamentablemente, todos ellos provocan una serie de efectos secundarios, incluso algunos de ellos conllevan graves riesgos sobre la salud. Dentro de los efectos comúnmente observados se mencionan:
Calambres musculares
Trastornos de la actividad eléctrica del corazón (detectada mediante electrocardiograma)
Pérdida del gusto y tos seca
Mareos persistentes
Insomnio
Enfriamiento de las extremidades (pies y manos)
Dolor de cabeza
Retención de líquidos
Procesos asmáticos
Estreñimiento
Taquicardia
Bradicardia (latidos lentos del corazón)
Hipotensión ortostática (disminución de la tensión arterial al ponerse rápidamente de pie)
Mareos
Cansancio
Depresión.
¿Es posible estabilizar la tensión arterial empleando infusiones de plantas?
La hipertensión arterial acarrea ciertas consecuencias, que desmejoran la calidad de vida de las personas que la padecen. Además de ello, incrementa el riesgo de padecer ciertas enfermedades, que podrían ser mortales. Sin embargo, sus efectos pueden ser mejorados y controlados, implementando hábitos de vida saludables.
Esto incluye una alimentación balanceada, control médico de la enfermedad y realización de actividad física diaria de por vida.
La ciencia buscando alternativas, que puedan sustituir el empleo de fármacos, ha profundizado sobre las propiedades de diversas plantas y especias.
De hecho, muchas recomendaciones nutricionales para reducir la presión arterial incluyen el empleo de hierbas y especias en lugar de sal para condimentar las comidas. Aun así, falta mucho por investigar sobre sus beneficios para la salud.
No obstante, algunas investigaciones han permitido detectar que una dieta rica en hierbas y especias puede reducir la tensión arterial. Esto ha sido comprobado en personas con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. De acuerdo a los CDC, casi el 50% de los adultos estadounidenses poseen hipertensión. Muchos de ello, no lo saben o no poseen tratamiento, incrementando así el riesgo de ciertas enfermedades.
Cabe destacar, que dentro de las directrices dietéticas para reducir la tensión arterial se encuentra reducir el consumo de sal. Un ejemplo de ello se menciona en las Guías Alimentarias para los estadounidenses. En ellas se recomiendan utilizar hierbas y especias en lugar de sal para dar sabor a los alimentos.
Aún faltan mucho por descubrir, con respecto a las propiedades de diversos compuestos presentes en las plantas. A pesar de ello, diversos estudios han logrado establecer, que es posible emplearlas para minimizar y controlar riesgos. Entre ellos, mucho vinculados a un desempeño cardiovascular desequilibrado, como la hiperlipemia (lípidos sanguíneos), estrés oxidativo e hiperglucemia.
Infusiones para controlar la hipertensión
De acuerdo a lo que se sabe, el empleo de fármacos antihipertensivos posee una serie de limitaciones y efectos secundarios. Por ello, el empleo de ciertas plantas se considera una opción viable, que actualmente es avalada por muchos especialistas. Esto podría ocasionar menos efectos adversos, si se emplean de forma adecuada.
A continuación les presentaré algunas infusiones sencillas realizadas con plantas, que han sido debidamente estudiadas. Su utilización puede facilitar el control de diversas consecuencias negativas, que afectan el sistema cardiovascular, incluyendo la hipertensión.
1. Hibisco o flor de Jamaica
Esta planta de flores llamativas es conocida botánicamente como Hibiscus sabdariffa. Pertenece a la familia malvácea, al igual que el algodón. Se cree que fue introducida como cultivo hace unos 4.000 años a.C. en Sudán. A finales del siglo XIX, ya se cultivaba en América Central, México, Jamaica, Texas, California y sur de Florida.
Distintas partes de esta planta son empleadas desde hace muchos años para el tratamiento de la fiebre y otras enfermedades. Sus principios activos se consiguen en los capullos, cáliz, flores, pétalos y hojas frescas o secas. De acuerdo a los estudios, los diversos compuestos fitoquímicos permiten que, esta planta exhiba propiedades antiateroscleróticas, antioxidantes, hipolipidémicas e hipotensoras.
Además de ello posee usos comestibles, destacando la elaboración de conservas, mermeladas y bebidas refrescantes.
De acuerdo a los estudios, se sabe que posee altos contenidos de polifenoles. Asimismo, posee cantidades importantes de los ácidos: ascórbico, cítrico, esteárico, araquídico y málico. Presenta también, elevados niveles de pectinas y fitoesteroles, entre los que destacan ergosterol y β-sitosterol.
Según ciertos estudios, la ingesta de infusión de Hibisco en pacientes prehipertensos o leves reduce la presión arterial. Esto se verifico en pacientes de 30 a 70 años, que consumieron una taza de esta infusión tres veces al día durante seis semanas.
Ingredientes
1 taza de flores de hibisco frescas o 1/4 de taza de flores deshidratadas
4 tazas de agua filtrada
1 cucharada de zumo de limón recién exprimido.
¿Cómo realizarlo?
Colocar el agua en un recipiente grande
Añadir las flores y llevarlo al fuego
Cuando comience a hervir, separarlo del fuego y colocar una tapa
Dejar reposar por veinte minutos
Colar y servir aún tibio
Añadir miel orgánica si se desea o utilizar mi fórmula ORGANIC LIQUID STEVIA
2. Limoncillo
Esta planta conocida también como hierba de limón, ha sido empleada tradicionalmente en la medicina tradicional del sur de Asia y también en Brasil, actualmente se emplea en diversas partes del mundo. Dentro de los compuestos estudiados de esta planta, que poseen propiedades antihipertensivas, destacan el citral y el citronelol.
De acuerdo a los expertos, este efecto lo logra gracias a sus notables efectos diuréticos. Efectivamente, en los espacios de salud natural esta planta es reconocida por eliminar el exceso de líquido y de sodio a nivel corporal. De hecho, este efecto favorece además el tratamiento del edema, la insuficiencia cardíaca y la insuficiencia hepática.
Se ha observado, que el té de hierba de limón puede considerarse una bebida segura. Esta planta es fácil cultivar en condiciones subtropicales y tropicales. De acuerdo a los estudios se ha establecido, que además de ser antihipertensiva, es además antiinflamatoria, antimicrobiana y anticancerígena. Además de ello, puede proteger el revestimiento del estómago y mejorar el perfil lipídico sanguíneo.
Ingredientes
Dos cucharaditas de limoncillo fresco o una cucharadita de limoncillo seco troceado
Una taza de agua filtrada
¿Cómo lo realizo?
Verter el agua en un recipiente pequeño y colocarlo al fuego hasta que hierva
Retirarlo del fuego y añadir el limoncillo
Dejarlo infusionar unos siete minutos
Colar y beber aún tibio
Se puede añadir miel orgánica para mejorar el sabor.
Nota
No debe administrarse en mujeres embarazadas, personas con bajos niveles de potasio, pacientes con bajo ritmo cardíaco o en quienes toman diuréticos prescritos.
3. Cilantro
Esta conocida hortaliza de hoja es empleada para realzar el sabor de ciertos platos en diversos países. Además de ello, se emplea en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales y cardiovasculares. De acuerdo a los estudios realizados hasta ahora, esta planta posee elevados niveles antioxidantes.
Se ha determinado, que también favorece la disminución de la tensión arterial al estimular la dilatación de los vasos sanguíneos, además de poseer efectos diuréticos. Cabe destacar, que presenta compuestos bioactivos como alcaloides, esteroides, taninos y flavonoides.
Además de su comprobado efecto para combatir los radicales libres, los flavonoides poseen propiedades antihistamínicas, antimicrobianas, neuroprotectoras y antihipertensivas. Dentro de ellos destacan: pinocembrina, apigenina, galangina, quercetina, kaempferol, rutina y luteolina.
Ingredientes
Una cucharadita de semillas de cilantro orgánico
Una taza de agua filtrada.
¿Cómo realizarloo?
Verter el agua en un recipiente mediano y ponlo a hervir
Retirar del fuego cuando comience hervir y añade las semillas de cilantro
Dejar reposar durante siete minutos
Colar y bebe aún tibio.
Nota
Evitar su empleo en mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. No debe emplearse en personas alérgicas a la artemisa, eneldo, hinojo y alcaravea porque se pueden presentar reacciones alérgicas. Tampoco es recomendable emplearlo en personas con diabetes.
4. Apio
Empleada en diversos usos culinarios, es también una herramienta natural fiable para el control de la hipertensión. Dentro de los compuestos identificados como responsables de este efecto destacan el n-butilftalida y la apigenina.
Se han realizado pruebas que, demuestran que los extractos y componentes del apio reducen la presión arterial. Este efecto posiblemente esté vinculado a la disminución de la resistencia vascular y la disminución de catecolaminas circulantes.
Según los expertos, estas sustancias se liberan en sangre cuando las personas están sometidas a estrés físico o emocional. Las principales catecolaminas son: epinefrina, norepinefrina y dopamina.
Según los expertos, el alto contenido de potasio en el apio es también corresponsable de la regulación del balance de agua, relajación de la capa muscular arterial y dilatación de los vasos sanguíneos. Todo ello permite mantener la presión arterial en niveles adecuados.
Ingredientes
Una cucharadita de semillas de apio (5 g)
Un vaso de agua filtrada.
¿Cómo realizarlo?
Poner a hervir el agua en un recipiente mediano
Añadir las semillas cuando comience a hervir
Separar del fuego y tapar
Dejar enfriar por unos diez minutos
Colar y beber aún tibio
Se Puede emplear miel orgánica si se desea.
Nota
Las semillas de apio pueden interactuar con una serie de medicamentos, como los anticoagulantes, diuréticos, litio y medicamentos para la tiroides. Tampoco es conveniente su empleo en mujeres embarazadas ni en lactancia.
Concluyendo
Como se pudo apreciar, existen factores controlables, que permiten disfrutar de una vida sana, evitando enfermedades riesgosas como la hipertensión. Por ello, a fin de evitar incrementar los riesgos de padecer hipertensión, es esencial realizar algunas tareas impostergables.
A saber: evitar la ingesta excesiva de sal, sobrepeso y la vida sedentaria. Además de ello, consumir mayor cantidad de frutas y verduras, dormir adecuadamente y no abusar del alcohol y cafeína.
Cabe destacar, que a fin de evitar el empleo de fármacos por sus efectos indeseables, se puede acudir a fuentes naturales para el alivio de la hipertensión. Dentro de estas alternativas, que han sido empleadas desde hace mucho tiempo, destacan algunas plantas evaluadas científicamente. Dentro de ellas podemos mencionar: apio, cilantro, limoncillo e hibisco o flor de Jamaica.
Toda esta información que recibió Marianne, también compartida en el post, fue para ella de gran utilidad. Ella realmente se alegró mucho, porque se sintió a gusto realizando estas infusiones naturales. Ella conocía muy bien el cilantro empleado en algunos platos, incluyendo algunas ensaladas, pero no conocía las semillas.
Esto le llamó mucho la atención, al igual que el limoncillo, de hecho se alegró mucho porque pudo conseguir una planta en un vivero local. Ella me comentó, que la sembró con mucho entusiasmo y la tiene actualmente en un lugar especial del jardín.
“Según los resultados () el consumo de té agrio (Hibiscus sabdariffa) podría reducir eficazmente la presión arterial. Por lo tanto, el uso de esta hierba como medicina para los hipertensos parece ser beneficiosa”
Dra. Shirin Sadat Ghiasi
Universidad de Ciencias Médicas, Mashhad, Irán
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3210006/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6621350/
https://www.nhlbi.nih.gov/health-topics/high-blood-pressure
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7981375/
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https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fphar.2015.00323/full
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ptr.6492
https://www.hindawi.com/journals/omcl/2018/4643736/
https://www.healthline.com/health/food-nutrition/lemongrass-tea#digestion