Todos hemos pasado por eso, pero si sigues los siguientes consejos podemos garantizarte que esta será la última vez que empieces, porque no vas a dejarlo nunca:
1. Adopta un nuevo estilo de vida: No se trata solo de hacer ejercicio, bajar de peso requiere una alimentación adecuada y si no quieres que tu cuerpo ideal sea temporal, entonces los hábitos saludables tampoco deben serlo, haz del ejercicio parte de tu vida.
2. Comprométete: Si te has decidido a llevar una vida más activa aprovecha todas las oportunidades, escoge las escaleras en lugar del ascensor, pasear en lugar de ir al cine y caminar de regreso a casa en lugar de tomar el bus, tu cuerpo sabrá agradecértelo.
3. No te bebas las calorías: La clave para bajar de peso es quemar más calorías de las que ingieres y la manera más fácil de reducirlas en cambiando todas tus bebidas por agua, evita refrescos y jugos con tus comidas y prefiere agua.
4. Escoge un momento del día para ejercitarte: No importa el momento del día, pero inicialmente intenta hacer ejercicio siempre a la misma hora para crear un hábito, luego podrás variarlo cuando adquieras disciplina.
5. Dile no al azúcar: El azúcar refinada es adictiva, mientras más la consumes más la deseas, reduce el consumo hasta que puedas evitarlo al punto que ya no la necesites. Un gusto de vez en cuando tampoco es malo, pero con moderación.
6. No te castigues: La dieta y el ejercicio no deberían ser un castigo para el cuerpo sino una actividad para disfrutar, practica una actividad física de tu agrado y si te saltas un día de ejercicio o comes de más alguna vez no desistas, retoma al día siguiente y avanza.
7. Más comidas, menos porciones: Para acelerar el metabolismo es recomendable hacer 5 comidas pequeñas durante el día, con alimentos saludables, en lugar de tres comidas grandes como se acostumbra.
8. Planifica tus comidas: Llevar una organización sobre lo que comes te permitirá evitar la comida chatarra y consumir alimentos inadecuados. Lleva contigo fruta y snacks saludables para esos momentos de ansiedad.
9. Mídete, no te peses: Como lo lees, es más confiable tomarse medidas para controlar el progreso que pesarse, porque el organismo no está igual todos los días y puede engañarte con un peso “irreal”.
10. Disciplina es la clave: Todos empezamos a hacer ejercicio por la motivación, pero es la disciplina la que nos mantiene haciéndolo a largo plazo, habrá días que no tengas ganas y será ella la que te obligue a continuar por la meta, de allí la importancia de crear un hábito.
Y recuerda: Hacen falta 4 semanas de ejercicio para que tú notes el cambio y 4 más para que lo hagan los demás. ¡Tú puedes!