El problema es cuando estas personas llegan a hacer sufrir de verdad a otros, utilizando el chantaje, la violencia emocional y demás. Estos casos se asocian con la personalidad tóxica, que se refiere a un perfil psicológico en el que la persona tiende a:
- Ser negativo en sus expresiones y pensamientos
- Critica sin fundamento o bien, sin un fin constructivo
- No expresa sus emociones directamente sino que usa la manipulación para obtener lo que desea.
- Se le facilita provocar sentimientos de culpa y malestar a los demás.
Y la realidad detrás de todo eso, es el de una persona totalmente insegura de si misma, que no aprendió a hacer valer sus sentimientos de forma positiva, y que quizás en algún momento de su vida fue víctima de situaciones negativas que la hirieron profundamente.
Sin embargo, eso no es una razón de peso para permitir que con su conducta lastimen a otros. Si estás en esa situación, es el momento de poner límites, los cuales no son para pelear ni lastimar, sino para decidir hasta dónde uno puede permitir estos comportamientos, o inclusive, decidir si conviene mantener una relación.
No se trata de decir quien es más que otro, sino simplemente de decidir qué es sano para mí, y si yo estoy siendo negativo, empezar a cambiar esos patrones y pensamientos negativos para poder disfrutar más de las relaciones que tengo en mi vida.
Se dice que somos el reflejo de las diez personas que nos rodean. ¿Con qué tipo de personas te rodeas? ¿Expresas tus necesidades de manera efectiva y constructiva?
En el siguiente audio te comparto un poco más sobre este punto, y te enseño un minimodelo de comunicación asertiva, que te servirá mucho en estos casos. No te olvides de comentar y compartir.
Namasté.