Además, la impotencia de solo observar y ver como otros, les ayudan a superar situaciones angustiantes de ahogo. Es común, que muchas veces muerdan sus lenguas o pierdan el control sobre los esfínteres.
Hablo de esta difícil enfermedad, ya que Marisela, una vieja amiga, fue víctima de un episodio de epilepsia. De esto me habló hace unas dos semanas, por coincidencia en el parque a donde acostumbro realizar mis rutinas matinales. Ella me comentó un poco asombrada que, estando de paseo en un parque público, se despertó recostada en un árbol.
Se enteró posteriormente, que se había desmayado y fue auxiliada por quienes estaban a su alrededor al momento de despertar. Ella, estaba muy preocupada, porque pensaba que los mismos ya no se volverían a repetir. De hecho, recuerda que los últimos ataques, los sufrió siendo una adolescente.
Mi amiga, en vista de esta situación, que la tomó por sorpresa, me solicitó que la apoyara con algún tratamiento natural para superar esta desagradable enfermedad.
Yo le indique una serie de alternativas que ahora quisiera compartir aquí en mi blog. Sé que es un tema muy relevante y que encontrarán su utilidad, como siempre lo han hecho.
¿Qué es la epilepsia?
En realidad, la epilepsia, es un trastorno en el normal desenvolvimiento de las funciones cerebrales, específicamente de los impulsos eléctricos. Sus características fundamentales, son la presencia de estados convulsivos o de amnesia temporal involuntaria.
Al parecer, por razones hasta ahora desconocidas, las neuronas se descontrolan emitiendo señales erróneas que provocan los movimientos espasmódicos u otras alteraciones. Aproximadamente el uno por ciento, de la población mundial sufre de esta afección. Básicamente se divide en:
Epilepsia Mayor
Conocida también como crisis tonicoclónicas. Se origina por efecto de la actividad eléctrica anormal en todo el cerebro. Sin embargo, en algunos casos, otros problemas de salud, como un nivel muy bajo de glucosa en la sangre, fiebre alta o un accidente cerebrovascular, provocan este tipo de convulsiones.
En este caso, el cerebro de la persona se afecta totalmente. Se realiza una contracción espasmódica de los músculos, luego de sufrir una rigidez generalizada, esto ocasiona la convulsión. Quien lo padece, tiende a morder la mejilla o la lengua, aprieta los puños, afloja los esfínteres y se orina antes de quedar desmayada.
Epilepsia Menor
Conocida también como crisis de ausencia. En este caso, el paciente pudiera tener un momento en el cual su mirada queda fija en un lugar u objeto, pierde la noción de consciencia y pudiera sufrir de alguna contracción muscular. La crisis, suele durar apenas unos segundos y es más frecuente en niños de cuatro a diez años.
Parcial o Focal
Existe un tipo de crisis que involucra una sola parte del cerebro. Se denomina parcial o focal. Se pueden manifestar alucinaciones, sensaciones de olores, cambios emocionales bruscos, movimientos involuntarios en la boca, las extremidades o algún tipo de convulsión leve.
Síntomas de la epilepsia
A pesar del tiempo y los recursos invertidos en averiguar las causas de esta afección, no se conocen síntomas anteriores a las crisis. La persona, se desenvuelve tan normal como cualquiera, con excepción de sufrir los ataques. Tampoco existe merma en su inteligencia ni en sus relaciones personales y sociales.
Salvo algunas excepciones, pudieran darse sensaciones denominadas aura. Por medio de ellas, el paciente, puede presentir que está a punto de sufrir un ataque. Esto puede ser percibido como un hormigueo en todo o alguna parte del cuerpo. Es posible, además, que se tengan alucinaciones o se perciban ciertos olores. Sin embargo, son muy pocas las personas que poseen esta aura.
¿Es necesario acudir al médico?
Por lo general, no hay que alarmarse por los ataques epilépticos, a menos que:
La convulsión dure más de cinco minutos
Se presenten lesiones durante la convulsión
Cambien las sensaciones experimentadas luego del ataque
La recuperación sea muy lenta
Los ataques se presenten con mucha frecuencia
Se repita la convulsión luego de haber finalizado la primera
El paciente esté embarazado
El paciente sea diabético
Se presenten síntomas de derrame cerebral. Principalmente: entumecimiento, debilidad en un lado del cuerpo, dolor de cabeza repentino, problemas al hablar o desmejoramiento de la visión
¿Cuáles son las causas de la epilepsia?
Aunque existe una relación hereditaria en los casos de epilepsia, esto no es una constante. La ciencia no ha conseguido una causa específica, pero hay factores que se muestran en múltiples casos.
Herencia
El primero de ellos, como lo dijimos al principio se relaciona con la herencia. Muchos descendientes de epilépticos presentan estas convulsiones, pero no todos los hijos de epilépticos adquieren el mal. De hecho, la mayoría de los hijos de epilépticos crecen y se desarrollan sin presentar estas convulsiones en el transcurso de sus vidas.
Golpes
Los golpes fuertes en el cráneo pueden derivar en ataques de esta naturaleza en fechas muy posteriores al suceso. Sin embargo, no siempre este tipo de lesión genera epilepsia.
Infecciones
Las infecciones como la meningitis, la encefalitis y el sida han propiciado en algunas ocasiones, la generación de esta enfermedad.
Embarazo, parto-post parto
Problemas durante el embarazo, en el nacimiento y los defectos cerebrales congénitos, también pueden incidir en la presencia de epilepsia.
Alteraciones cerebrales
Alteraciones como el Alzheimer, los derrames cerebrales, los tumores o problemas con los vasos sanguíneos del cerebro, también pueden provocarlo. Dado, que solo se presenta en algunos casos, es difícil emitir juicios concretos sobre el origen de estos trastornos.
Diagnóstico
Tanto la epilepsia mayor como la menor, poseen la sintomatología característica, antes descrita. Sin embargo, es bastante frecuente, soportar los historiales con información obtenida mediante diagnósticos. Allí se incluyen: estudios de sangre, electroencefalogramas, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. Esto permite disponer de estudios fehacientes acerca del funcionamiento del cerebro del paciente afectado.
Remedios naturales para la epilepsia
Los médicos normalmente tratan este fenómeno con anticonvulsivos, sólo como una manera de evitar o aminorar los ataques en los afectados. Sin embargo, en el mundo de la medicina natural existen varias plantas que desde tiempos ancestrales se vienen utilizando en las personas que padecen este mal.
1. Ginseng indio o Ashwagandha
Es reconocido por su nombre botánico como Withania somnífera. Se utiliza para combatir varias enfermedades, entre las cuales se encuentran, la ansiedad, el trastorno bipolar y el insomnio. Posee además excelentes propiedades para el tratamiento de la esquizofrenia, el mal de Parkinson, los efectos del envejecimiento y como afrodisíaco.Diversos estudios médicos han probado que la Ashwagandha, gracias a sus altos niveles de antioxidantes, tiene un efecto positivo en personas que padecen enfermedades degenerativas graves como el Alzheimer o el mal de Parkinson. Esto se atribuye a su enorme beneficio en el proceso de la sinapsis. Es decir, la reconstrucción de la unión de células neuronales, regenerando de esta forma el sistema nervioso central.
Esta reconocida planta, es fuente importante de vitaminas y minerales como hierro, nitrato de potasio, ácidos grasos y glucosa. Gracias a ello, mejora la digestión y elimina las toxinas que se ingieren a través de los alimentos.
Es usada en la medicina ayurvédica, india y africana. Se ha comprobado su eficacia en el tratamiento del estrés, en la oxigenación del cerebro para aclarar las ideas y mejorar la memoria, así como de tranquilizante por su acción somnífera.
Todas sus propiedades las puedes encontrar en una formula desarrollada por mí, denominada Real Ayurvedic Ashwagandha.
2. Radiola
Esta interesante planta posee el nombre botánico de Rhodiola rosea y crece en las regiones frías del hemisferio norte, como las montañas de Asia central, el Ártico y las montañas rocosas. También se desarrolla en Europa básicamente en las Islas Británicas, Islandia, Escandinavia, Cárpatos, los Alpes y Pirineos. Sus usos, están muy orientados hacia el mejoramiento de la concentración y para evitar la depresión. Se utiliza como antidepresivo o adaptógeno, gracias a sus compuestos: colofonia, rodiolosida, rosarin, salidrosida y tirosol, potentes antioxidantes. Se sabe además que mejoran la permeabilidad de la berrera hematoencefálica, favoreciendo el equilibrio de la dopamina y la serotonina. Toda esta conjugación de esfuerzos, tiene, además acción antienvejecimiento.Se tienen elementos investigativos que determinan su eficacia sobre las neuronas cerebrales mejorando la memoria y los niveles de energía. Por lo general se consume en forma de infusión, utilizando mayormente sus hojas.
3. Aceite de coco
Las propiedades del aceite de coco para combatir la epilepsia son recomendadas por muchos terapeutas. Se sabe, que el aceite virgen posee ácidos grasos, triglicéridos de cadena media (MCT). De acuerdo a algunos estudios, se ha logrado demostrar, que el MCT, un componente importante del aceite de coco, es tan efectivo y similar a la dieta cetogénica clásica.De hecho, se ha observado, que, al ingerir aceite de coco como parte de la dieta diaria, un paciente con epilepsia resistente a los medicamentos, puede reducir el número de convulsiones. Esto por el efecto terapéutico que ejerce el aceite de coco sobre las células cerebrales. tratamiento.
Es bueno aclarar en este punto. que el aceite de coco recomendado es el virgen extra. Se debe evitar ingerir el procesado industrialmente, porque se considera no apto para el consumo humano.
4. Ajo
Creo que nunca me cansaré de recomendar esta maravillosa planta. Y es que ella, nos ha acompañado desde los inicios de la civilización, utilizada como alimento y medicina. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, lo recetaba en la Grecia antigua, eso aún continua vigente. Ampliamente conocido por sus excelentes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiespasmódicas.Se ha observado que las mismas, son excelentes para promover el buen funcionamiento del sistema nervioso al destruir los radicales libres. Esto preserva la integridad del sistema nervioso y ayuda a prevenir y controlar las convulsiones generadas en la epilepsia.
La ingesta regular de ajo puede ayudar a prevenir las convulsiones y otros síntomas asociados. Puedes incluirlo en tu dieta diaria consumiéndolo de forma cruda añadido en ensaladas, también como puré o crema, untado sobre pan integral. También, formando parte importante en alimentos que necesitan cocción, como vegetales salteados.
5. Limón
El conocido limón de nuestras cocinas, es nuevamente protagonista de nuestras alternativas. Sin duda, es uno de los frutos con mayores propiedades curativas existentes en el mundo.Pues bien, es importante hacer uso de los compuestos presentes en su cáscara. Uno de ellos, la tengeretina puede llegar a convertirse en componente muy útil para mejorar la pérdida de memoria, mejorar el aprendizaje y y prevenir el desarrollo de las anomalías neuronales asociadas con desordenes postraumáticos, asociadas al estrés.
Por otra parte, ha sido reportado como eficaz contra trastornos del funcionamiento cerebral y del sistema nervioso, tales como el Parkinson y la epilepsia.. Se considera que su alto contenido de potasio y de antioxidantes contribuye al mejor funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
Se sabe que ayuda a estabilizar los excesos de calcio, que pueden obstaculizar el normal desenvolvimiento de las funciones mentales. Todos estos elementos, se conjugan para evitar que las personas que sufren de epilepsia puedan tener convulsiones frecuentes.
Existen varias formas aconsejadas para consumir el limón. Para prevenir enfermedades y mantener la salud, se sugiere tomar en ayunas una infusión de limón lograda al hervirlo con su concha en ayunas. Una forma muy sencilla de hacer uso de esos maravillosos beneficios, es incorporar la cáscara rallada en: ensaladas, cremas, cereales, granos, semillas y helados.
Se ha visto además que el consumo de zumo de limón con bicarbonato de sodio, es útil en personas epilépticas. Sobre todo, cuando se consume antes de dormir.
6. Cúrcuma
No es casualidad, pero ya también, esta planta forma parte importante de nuestro arsenal preferido para el tratamiento alternativo de ciertas dolencias. Ya muchos conocen, los excelentes efectos antinflamatorios de la cúrcuma, además de sus propiedades estimulantes, antioxidantes y protectoras de las neuronas.Recordemos, que se debe al efecto de la conocida curcumina, que es también responsable de su color característico. Este impresionante compuesto, es el curcuminoide principal presente en la cúrcuma. De acuerdo a ciertos estudios preclínicos, se han encontrado efectos beneficiosos para el tratamiento de los trastornos de la epilepsia.
Según estos estudios, la curcumina tiene un potencial anticonvulsivo para el tratamiento de los diversos tipos convulsivos de epilepsia. Se ha establecido, además, que la curcumina también posee una actividad antiepileptogénica. De esta forma logra una reducción sustancial de la gravedad de las convulsiones recurrentes espontáneas.
Además de ello, se ha utilizado con éxito en personas que han sufrido derrames cerebrales y también en pacientes con Alzheimer. También los investigadores han llegado a la conclusión de que, sin dudas, posee muchos efectos positivos. Incluyendo el tratamiento contra la depresión, así como la prevención de los ataques epilépticos.
La cúrcuma ha sido objeto estudios en universidades de diversas naciones. En una de ellas, se demostró su eficacia en el tratamiento del Parkinson al evitar la muerte de células y el daño oxidativo de las mismas. Puedes agregarla a tu dieta a través del uso del conocido curry, muy utilizado en comidas de la India. Puedes utilizarlo en batidos nutricionales que pueden contener leche de coco, plátano y canela. También puedes utilizar una pequeña cantidad en un exquisito guacamole, si eres fanático de la comida Mexicana.
Concluyendo
Marisela recibió esta información seis meses antes de compartir este artículo en el post. Se lo entregó en sus manos, tan pronto lo realicé esmeradamente para ella.
Me comentó, que decidió escoger al limón y al ajo como sus primeros intentos por curarse de los ataques. Decidió tomar diariamente en ayunas una infusión de limón en la mañana, hecha del fruto y sus cáscaras. Además de ello, ha disfrutado el increíble poder del ajo y sus exóticos sabores cuando se consumen en una deliciosa crema de ajos al jengibre, que le recomendaron.
Y es precisamente, de lo que hablo siempre, que debemos tener sed de aprendizaje, sobre todo si éste nos ayuda a preservar nuestra salud. Lo comento, tomando como ejemplo a Marisela, quien investigando pudo detectar también que un compuesto denominado Nobiletin, es muy importante.
Me comenta que se encuentra en la mayoría de los frutos cítricos, sobre todo en sus cáscaras y posee además propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y neuroprotectoras. Ha sido también estudiado en la prevención y control de la epilepsia.
Por este espíritu de inconformidad sana, ahora mi amiga tiene otras fuentes cítricas que utilizar para prevenir su epilepsia. Ha incorporado en su dieta rutinaria, el uso de infusiones con las cortezas deshidratadas de naranja y de mandarina.
“Siento que el cielo ha descendido a la tierra y me envuelve. Realmente he alcanzado a Dios que se introduce en mí. Todos vosotros, personas sanas, ni siquiera sospecháis lo que es la felicidad, esa felicidad que experimentamos los epilépticos por un segundo antes del ataque”
Fiódor Dostoyevski (De la novela El Príncipe Idiota)
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Referencias:
https://es.familydoctor.org/condicion/epilepsia/?adfree=true
https://medlineplus.gov/spanish/epilepsy.html#summary
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23515148
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5564656/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17397265
https://www.medicalnewstoday.com/articles/317922.php
https://www.elnuevoherald.com/vivir-mejor/salud/article21552888.html
https://www.psicoactiva.com/blog/los-beneficios-la-salud-la-rhodiola-rosea/
https://ecoinventos.com/razones-deberias-beber-agua-con-limon/
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/19768354.2018.1426627
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