En este vídeo os enseñaremos a tomar conciencia acerca de cómo respiramos para que corrijáis algunas pautas que puedan estar realizando mal y así sacar mayores beneficios de nuestra propia respiración.
Evaluación de la respiración
Tumbados boca arriba, colocamos una mano sobre nuestro abdomen y la otra sobre el pecho, vamos a inhalar y exhalar varias veces notando qué zona se eleva más la inspirar y qué zona desciende más al espirar.
Normalmente la zona del abdomen va a ser la que más se eleve y descienda al inhalar y exhalar debido a que allí suele existir menos tensión que en la caja torácica.
Evaluación utilizando la gimnasia abdominal hipopresiva
De pie, con los pies separados al ancho de la cadera y las rodillas semiflexionadas, coloca ambas manos en los muslos (apoyándote en ellos) e inclina el tronco ligeramente hacia adelante. Vamos a inhalar, exhalar y realizar la apnea espiratoria. Volvemos a inhalar (notando cómo cae el abdomen), exhalar (sigue cayendo el abdomen) y la apnea (cómo se recoge todo el abdomen).
Normalmente esto ocurre porque estamos respirando inadecuadamente. Al exhalar, nuestros abdominales deberían ayudar a cerrar la caja torácica, si ocurre lo contrario y la caja torácica cierra primero, va a causar una presión en la zona abdominal que se transferirá al suelo pélvico ocasionando una lesión en dicha zona.
Reeducación utilizando la gimnasia abdominal hipopresiva
En la misma posición anterior, vamos a inhalar intentando abrir las costillas y a exhalar intentando activar primero el abdomen y luego las costillas, luego podremos realizar la apnea espiratoria. Volvemos a inhalar, exhalar y realizar la apnea concentrándonos en éstas pautas que acabamos de trabajar, y así sucesivamente, cada vez que realicemos los diferentes tipos de ejercicios de la gimnasia abdominal hipopresiva.
Piti Pinsach