Consejo 1. Dúchate todos los días para eliminar el sudor y las bacterias de tu piel. Lávese la vulva (las áreas externas de la vagina) diariamente con jabón suave y agua, o evita el jabón y en su lugar utiliza agua sola. El jabón puede causar irritación vaginal en algunas mujeres, lo que lleva a un aumento del olor femenino. El agua por sí sola es suficiente para limpiar la vulva con eficacia.
Consejo 2. Evite el uso de aerosoles femeninos o desodorantes, tampones perfumados, toallitas femeninas, papel higiénico perfumado y duchas. Estos productos pueden aumentar el olor femenino al causar irritación vaginal, vaginosis bacteriana e infecciones por hongos. Esta práctica altera los niveles de pH de la vagina, por lo que la hace menos amigable para las bacterias buenas, que evitan las infecciones. Se le recomienda a las mujeres que se abstengan de las duchas vaginales, para reducir el riesgo de contraer vaginitis.
Consejo 3. Use ropa interior de algodón. El algodón es un material transpirable y permite que el aire penetre en el tejido, lo que reduce el olor femenino, manteniendo la vagina seca. Cambie su ropa interior una vez al día, o con más frecuencia si así lo desea. Use una camisa de dormir sin ropa interior por la noche, para darle a la vagina un extra de aire fresco.
Consejo 4. Reduce el olor vaginal mediante el recorte o la eliminación de vello púbico. El sudor y la orina pueden quedar atrapados en el vello púbico, creando olores indeseables.
Consejo 5. Reduzca el olor relacionado con el exceso de sudoración rociando un poco de fécula de maíz en su ropa interior. El almidón de maíz es suave, sin perfume y absorbe el sudor.
Consejo 6. Cambia los tampones y toallas sanitarias cada tres horas, para reducir el olor relacionado con la sangre menstrual.
Consejos y advertencias
Busque tratamiento de un profesional médico si tiene olores vaginales inusuales, secreciones u otros síntomas anormales. Un flujo gris, verde, con bultos u olor a pescado puede ser un signo de una enfermedad de transmisión sexual (ETS), una infección bacteriana o una infección por hongos. La irritación vaginal, picazón y ardor también son posibles síntomas de infección, enfermedades de transmisión sexual y otros problemas de salud, incluyendo el cáncer.
El olor femenino, la cantidad de flujo vaginal y la consistencia del mismo fluctúan de forma natural a lo largo del ciclo menstrual de la mujer. El estrés emocional, la ovulación y el embarazo son causas habituales del aumento de la secreción vaginal.