La glicerina se extrae de aceites vegetales (huid de la que se produzca con grasas animales). Es libre de parabenos y sulfatos, y produce una sensación muy agradable en la piel, además de su alto poder de hidratación. Aquí abajo os dejo un enlace en el que podéis comprar uno muy parecido al que yo he utilizado de color blanco. Aunque si lo preferís, también hay transparentes, con lo que el resultado sería diferente pero también muy bonito.
El tinte que he utilizado no es tóxico, así que también es importante que lo tengáis en cuenta a la hora de comprarlo, ya que se trata de jabón y por lo tanto va a estar en contacto con nuestra piel, hay que cuidarla. Y en cuanto al aceite esencial exactamente lo mismo, cuanto más puro y de más confianza sea la fuente que os lo proporciona mejor.
Así que aclarado esto, os invito a darle al play para ver el tutorial:
¿Verdad que es sencillo? Pues este jabón lo podéis utilizar tanto para manos como para cuerpo, incluso yo le he probado también para la cara obteniendo muy buenos resultados, ya que no queda la sensación de que se reseca la piel. Al ser de glicerina hidrata, y al llevar lavanda suaviza y repara.
De todas formas aquí os dejo el enlace directo al post sobre las propiedades de la lavanda, donde encontraréis toda la información sobre los beneficios que esta maravillosa planta os puede aportar.
Y por último, si os animáis a hacer ya sabéis que me encantará ver vuestros resultados y vuestras opiniones, así que si lo subís a Instagram no olvidéis nombrarme (@nat_sparkles_) y os compartiré por stories. Igualmente, se agradece el compartir el tutorial con las personas que creáis que les puede interesar, y así me animáis a seguir haciendo tutoriales. Por supuesto, espero vuestros comentarios porque me encanta leeros!
Un abrazo!!!