Cómo es el sistema respiratorio de los niños
Lo cierto es que la forma de respirar de los bebés es muy diferente de la de un adulto y no será idéntica hasta que el niño no cumpla entre 12 y 16 años. Al principio, durante los dos primeros años de vida, no sabrán respirar por la boca.
Ello es una adaptación para la alimentación con leche materna, de forma que se vea favorecida y no se produzcan interferencias entre la respiración y el acto de tragar. Eso quiere decir que respiran solo por la nariz.
Esta es la razón por la que es tan importante mantener la nariz del bebé despejada y que no se pongan malos. Una congestión nasal en esta etapa de la vida le causará molestias para dormir o alimentarse.
Por qué se produce la congestión nasal
Son muchas los problemas que podríamos enumerar como los causantes de la nariz taponada, pero estos son las más frecuentes:
Infección de las vías respiratorias (resfriado o gripe)
Sequedad ambiental
Cambios bruscos de temperatura
Inhalación de partículas irritantes
Polución
El caso es que cuando los bebés tienen cogestión nasal se pueden dar una serie de síntomas que, a menudo, no relacionamos con la nariz:
Sequedad, picor y molestias en la garganta
Ojos llorosos
Infecciones recurrentes de las vías respiratorias
Dificultad para respirar
Alteraciones del sueño
Neumonías
Bronquiolitis
Hay que procurar, además, que el bebé no tenga la nariz tapada con mocos, ya que eso hará que tenga problemas a la hora de comer. Además, la congestión nasal puede acarrear problemas de otitis y dificultades para oír y desarrollar el habla con normalidad.
Cómo aliviar la congestión nasal del bebé
El método más utilizado es el de emplear irrigaciones de suero fisiológico o agua con sal. Pones al niño de lado y, con la ayuda de una jeringuilla, introduces el agua salada por uno de los agujeros de las fosas nasales. Repites la operación con el otro.
También puede funcionar el someterlo a vahos con aceite de romero o eucalipto. Puedes aprovechar el momento del baño para añadir al agua un poco de estos aceites, pero deben ser naturales.
Por último, si la congestión persiste y es muy grande, utiliza un aspirador de nariz de los que venden en la farmacia. Este sistema es más molesto para el bebé, pero será bueno que lo emplees antes de las tomas, para que pueda alimentarse con regularidad. Procura también que beba mucha agua, para hacer más fluida la mucosidad.
También puedes llevar un diario de la salud respiratoria. Ahora existen apps de salud que se instalan en el teléfono móvil y tu smartphone será el encargado de informarte y de recolectar toda la información sensible para que tu asma y tus crisis asmáticas sean menos agresivas.
Prueba la app de Zensei, además es gratuita y te alerta de todas las causas por las que se pueden producir la congestión nasal.