La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y muchas veces, la gran olvidada dentro de nuestros cuidados diarios de belleza, a pesar de todos los enemigos contra los que tiene que luchar a diario :O
Con lo bien que sienta oír: ¡Qué piel tan suave tienes! Ahí es cuando te das cuenta de que todos los cuidados y mimos que le dedicas (o deberías dedicarle) dan sus resultados :)
De nada vale que inviertas en productos o tratamientos si no eres constante en los cuidados. Si eres de l@s que no le dedicas el tiempo suficiente, deberías empezar a hacerlo y para ello voy a contarte cuales son algunos de sus enemigos más comunes y las medidas que puedes tomar contra ellos para que intentes reducir los daños que provocan en nuestra piel.
El Sol: Aunque aquí estamos en otoño y sus rayos ya no son tan fuertes, no deberías salir a la calle sin usar protección en ninguna época del año. Los rayos UV y UVA generan un daño acumulativo e irreversible en la piel, contribuyendo en la aparición de manchas, arrugas, pérdida del tono, reducen la hidratación y favorecen el desarrollo de cáncer.
Consejo: Aplícate una crema hidratante con protección solar antes de salir de casa
El Estrés: Puede alterar el apetito, disminuir la calidad del sueño propiciando la aparición de ojeras. Favorece el desarrollo de arrugas, hace más vulnerable nuestra piel a la contaminación ambiental favoreciendo la obstrucción de los poros. Puede complicar enfermedades cutáneas como la dermatitis, psoriasis... Dará a nuestro cutis un color grisáceo
Consejo: Date un automasaje con un aceite que contenga lavanda o aplica técnicas de respiración para relajarte.
La falta de sueño: Mientras dormimos nuestra piel y cuerpo se regeneran, si no dormimos lo suficiente no podremos regenerar nuestro organismo, disminuyendo así su capacidad para luchar contra enfermedades, infecciones...nuestra piel puede parecer mate y presentar granos, tendremos ojeras y sentiremos el cuerpo pesado.
Consejo: Procura acostarte un poco antes o echarte una siesta de 10 min.
El Tabaco: Obstruye los poros de la piel, aumentando así la probabilidad de que salgan granos. Produce degeneración celular, lo que provoca un envejecimiento prematuro de la piel. Contribuye a la formación de arrugas, manchas y mantiene la piel con un tono apagado y gris. Afecta a la circulación sanguínea aumentando la propensión a la celulitis y reduce la oxigenación de los tejidos.
Consejo: Deja de fumar o reduce los pitillos que fumas al día en la medida de lo posible.
La "Comida basura": Es pobre en vitaminas y fibras, contiene muchas grasas, azúcares y sal. La falta de vitaminas y nutrientes esenciales puede provocar una piel pálida y con erupciones.
Consejo: Reduce el consumo de este tipo de comida, toma verduras frescas y zumos de frutas.
El Alcohol: Dilata los vasos sanguíneos dando lugar a la aparición de rojeces y manchas. Hace trabajar más a nuestro hígado provocando hinchazón. Contiene muchas calorías lo que puede hacer que ganemos peso. Produce envejecimiento prematuro, genera opacidad y un color pálido en la piel.
Consejo: Limita el consumo de alcohol a ocasiones especiales. Procura no abusar, si te excedes bebe mucha agua para compensar la deshidratación que provoca el alcohol
El Exceso de aire acondicionado o calefacción: favorecen la deshidratación de la piel haciendo que tenga aspecto seco y la deja vulnerable.
Consejo: Hidra tu piel más de una vez al día si pasas muchas horas en ambientes con estas condicionesPara tener y lucir una bonita piel son tan importantes los cuidados internos como externos. Lo que ingerimos y respiramos afecta a nuestra piel tanto como el sol.
Recuerda que el agua es lo mejor para eliminar toxinas. Comenzar tu día tomando una infusión con unas gotas de limón te ayudará a que tu cuerpo elimine las impurezas acumuladas durante la noche.