El cáncer oral es un tipo de tumor maligno que se puede producir en cualquier parte de la boca (labios, mejillas, mandíbula, encías…) Y que suele empezar en las células planas de la boca, lengua o labios.
Los dentistas, médicos o patólogos del habla son los encargados de diagnosticarlo, ya que en algunos casos la capacidad del habla se puede ver afectada o pueden salir pequeñas llagas que sean reveladoras.
Se pueden dividir en dos categorías principales, los que aparecen en la cavidad oral (boca, lengua, encías, labios) o los que ocurren en la orofaringe, que salen en la base de la lengua o la parte media de la garganta.
¿Cuáles son los principales signos del cáncer oral?
Las personas con cáncer oral suelen experimentar una serie de síntomas, aunque en algunos casos puede no existir ningún síntoma claramente evidente.
Lo más indicativo es la aparición de llagas en la boca o en labio que no cicatrizan por mucho que se las intenta curar.
No obstante, también pueden aparecer nódulos en los labios, la boca, el cuello o la garganta, manchas rojas o blancas en las encías, lengua o amígdalas.
Además, los pacientes que experimentan cáncer oral pueden notar ronqueras, cambios en la voz o en la forma de hablar. Así como dificultad para masticar, dolor o sangrado en la boca, adormecimiento de la boca, mal aliento crónico, dolor de oído, pérdida de piezas dentales, dolor de dientes…
Tipos de paciente más propensos al cáncer oral
Aunque el cáncer oral puede aparecer en cualquier persona, el riesgo a padecerlo se acentúa más en los hombres que en las mujeres, al igual que en los consumidores excesivos de tabaco y alcohol.
También se ha demostrado que las personas con VPH o con antecedentes de cáncer de cuello o cabeza son más propensas a desarrollar este tipo de cáncer.
Cómo influyen los dentistas en la detección del cáncer oral
Los dentistas suelen hacer un examen exhaustivo cada cierto tiempo, buscando bultos o anormalidades en la mandíbula, cuello, lengua, encías, faringe… Y en caso de encontrar algo extraño, enviará al paciente a hacerse pruebas más específicas o citarle para un nuevo chequeo en un par de semanas.
Lo mejor en este tipo de casos es conservar la calma, hacerse todas las pruebas que el odontólogo dicte e intentar cambiar nuestros hábitos en la dieta y reducir el consumo de tabaco si se es fumador.
Finalmente, si detecta algún bulto anómalo en su boca o garganta, acuda de inmediato a un médico para que le mande las pruebas pertinentes. Si quieres más información llama a Centro Dental Innova y resolveremos todas tus dudas.