El cáncer oral o bucal es aquel que afecta, sobre todo, a los labios o la lengua aunque, no obstante, también puede comprometer otras zonas de la boca como el revestimiento de las mejillas, el suelo de la boca, las encías o el paladar.
La mayoría de este tipo de tumores del cáncer oral son del tipo denominado como carcinomas escamocelulares, los cuales tienen la característica negativa de diseminarse rápidamente a otras zonas.
Sin duda alguna el principal causante de la aparición de un cáncer oral es el tabaco, y es que esta sustancia se esconde detrás de la mayoría de casos conocidos. El consumo de alcohol en exceso por su parte también incrementa considerablemente las posibilidades de que aparezca este tumor.
Además de los factores de riesgo anteriormente mencionados, existen otros posibles causantes como:
Irritación crónica de la zona como consecuencia, por ejemplo, de dientes ásperos, dentaduras postizas u obturaciones.
Infección producida por el virus del papiloma humano (VPH).
Medicamentos inmunodepresores que, como su propio nombre indica, debilitan el sistema inmunitario.
Una deficiente o incorrecta higiene oral y dental.
Síntomas
La principal característica del cáncer oral es la aparición de una lesión, tumoración o úlcera que:
Puede tener apariencia de fisura profunda y de borde duro en el tejido.
Es generalmente de color pálido, aunque puede ser oscura o pigmentada igualmente.
Aparece, por supuesto, en la lengua, el labio y otras área de la boca.
Habitualmente es indolora, sobre todo al principio, aunque cuando se entra en un estado avanzado, puede aparecer una sensación de ardor o dolor.
Además de los síntomas ya mencionados, pueden aparecer otros tales como:
Problemas para masticar.
Úlceras bucales.
Dolor y dificultad para deglutir.
Dificultades en el habla.
Ganglios linfáticos inflamados en la zona del cuello.
Problemas linguales.
Pérdida de peso.
Diagnóstico y tratamiento
En un primer momento, el médico o el odontólogo llevará a cabo un examen físico para buscar algún signo externo que pudiera indicar la presencia de un cáncer oral. Posteriormente, si lo creyera necesario, se procedería a realizar una biopsia de la llaga o úlcera. Igualmente, en algunas ocasiones se puede recomendar la toma de fotografías o tomografías computarizadas para determinar si el cáncer se ha extendido a otras zonas.
Una vez diagnosticado el cáncer oral, el especialista recomienda generalmente su extirpación a través de cirugía quirúrgica si el tumor es suficientemente pequeño. En los casos en los que el cáncer es de gran tamaño, esta se puede combinar con radioterapia y quimioterapia. Sin embargo, si el cáncer ya se ha diseminado a los ganglios linfáticos en el cuello, la cirugía no suele ser una opción.
Además de estos tratamientos, también puede recomendarse según cada caso la logopedia u otra terapia para mejorar el movimiento, la masticación, la deglución y el habla en caso de que se hayan visto afectados.
Prevención
El diagnóstico precoz es muy importante para aumentar las tasas de supervivencia de este cáncer. No obstante, como ocurre en el resto de cánceres, lo más recomendado es tomar una serie de medidas o hábitos saludables que contribuyan a prevenir o evitar su aparición. En el caso del cáncer oral estas medidas son:
Evitar consumir tabaco.
Moderar o evitar el consumo de alcohol.
Acudir al dentista para corregir los posibles problemas dentales. Además, durante las revisiones pueden detectar alguna señal que nosotros no hayamos sido capaces de observar.
Mantener una buena y correcta higiene dental diaria.
Fuente: MedlinePlus
Imágenes (por orden de aparición): CarbonNYC/Flickr, Håkan Dahlström/Flickr, Elvert Barnes/Flickr y El Mostrito/Flickr.