Una de las bebidas más consumidas y famosas de hoy en día y desde hace bastantes siglos es el Café. No se trata sólo de una bebida que suele consumirse socialmente (“vamos a tomar un café”) sino que hay mucha gente que no sabe vivir sin su café de la mañana o su cafelito de la tarde, o simplemente no pueden mantenerse en pie sin tomarse su taza de café, por lo que se trata a la vez de una de las bebidas más adictivas de todos los tiempos.
Aunque el café viene siendo consumido por todas las civilizaciones desde épocas muy antiguas, no fue hasta el siglo XIX cuando la cafetera llegó a nuestros hogares, concretamente en el año 1.802, cuando el farmacéutico francés Francois Antoine Descroisilles creó un juego de vasos metálicos, vertiendo en uno agua muy caliente y en el otro trozos de café sobre un filtro metálico. Al dejar caer el agua caliente sobre los granos de café obtuvo una infusión con mucho más sabor que las hasta entonces conocidas, por lo que desde entonces se consume el café con mucha más calidad.
Los innumerables diseños que existen actualmente de cafeteras son resultado de las diferentes configuraciones que se obtiene partiendo de esta estructura, propuesta desde principios del siglo XX.
¿El café nos ayuda a rendir más?
Existen estudios de reputadas universidades que dicen que tomando una o dos tazas de café antes de empezar una actividad, se puede rendir el doble en ella sin problemas.
Personas de todo tipo e incluso deportistas de alto rendimiento, se benefician de los efectos del café cada día, ya que, se consiguen estimular de forma rápida y sencilla.
El principal encargado de activar nuestro cuerpo es la cafeína
La cafeína nos ayuda aumentando la potencia muscular por lo que tenemos un extra de ayuda el nuestro día a día.
Para los deportistas, sea del deporte que sea, el café es muy recomendable. Se puede conseguir que se mejore su rendimiento de forma rápida. Ya se ha demostrado con diversos experimentos en los cuales, las personas que tomaban café antes de practicar deporte mejoraban su rendimiento de forma notable.
Además de esto, la cafeína nos hace segregar las hormonas de la felicidad, más conocidas como endorfinas, que nos hacen sentir como si estuviésemos enamorados, igual que el chocolate. Además, como es antioxidante, hace que el dolor muscular se retrase.
El efecto del café no es muscular como antes se pensaba, sino que es neural, ya que tiene todo su efecto en el sistema nervioso central.