Cuando sufrimos ansiedad
Siempre hablamos de la ansiedad como algo negativo, como algo que cuando lo sufrimos nos hace desarrollar sentimientos que nos generan malestar o síntomas que nos condicionan para mal.No obstante, debemos saber que la ansiedad es algo natural y normal en el ser humano, y no tiene por qué ser algo malo.
La ansiedad puede “ser buena”
Así pues, la ansiedad es como cualquier otro aspecto propio del ser humano. Y es que la ansiedad nos proporciona estar en estado de alerta, favoreciendo la reacción, incluso la huida en caso de que fuera necesaria. La ansiedad agiliza la mente, de ahí que ante un examen o evaluación la persona se muestre despierta y lúcida, a pesar de, a veces. estar agotada por no haber dormido antes.La ansiedad también puede tener un efecto facilitador que podemos apreciar, por ejemplo, en los bailarines de ballet, que lo que han ensayado anteriormente pareciendo algo imposible, después, delante de sus espectadores, llevan a cabo proezas complicadísimas, pareciendo estas, incluso fáciles.
Por lo tanto, podemos considerar a la ansiedad un mecanismo de defensa que favorece nuestra adaptación al medio según la circunstancia. Pero esto será así siempre y cuando la ansiedad se presente en un estado adecuado. Es decir, la ansiedad en exceso es mala.
La ansiedad, cuando se presenta en un estado elevado, hace que la persona sufra de forma significativa. Cuando una persona sufre ansiedad, es cuando consideramos que presenta un alto grado de ansiedad y entonces es cuando desarrolla síntomas.
Estos síntomas se desarrollan a nivel cognitivo, emocional, fisiológico y conductual. Dichos síntomas condicionan y dificultan el día a día. Esto es así hasta el punto de que la persona que sufre ansiedad siente que ha perdido el control de su vida. Sufre y desarrolla Miedo. De hecho, algunos autores denominan el Trastorno de Ansiedad como Miedo al Miedo.
Ansiedad y Depresión
Un alto grado de ansiedad hace que la persona sienta que no puede más, generando en ella un sentimiento elevado de desesperanza y puede que también desánimo y Depresión.Para no llegar a ese estado y, sobre todo, para evitar que la persona se cronifique en el trastorno de ansiedad, deberá empezar a trabajar, cuanto antes, en su tratamiento terapéutico, con el fin de disminuir y controlar sus síntomas y estado de ansiedad.
Aprender a convivir con la Ansiedad
El objetivo, nunca deberá ser el de eliminar la ansiedad, puesto que como indicábamos anteriormente, la ansiedad es algo natural en el ser humano. Por lo tanto la dirección en la que se debería de trabajar es en el de la tolerancia y aceptación de los síntomas y del estado de ansiedad en sí. Además, sería fundamental trabajar en el control de la propia ansiedad.Que la persona se sienta con el control sobre la ansiedad y no al revés, será el mejor resultado del trabajo terapéutico. Así pues, de alguna forma, la persona debería de aprender a convivir, tolerar y normalizar las señales de ansiedad.
La solución
Confiar en un Profesional, y llevar a cabo una terapia cognitivo-conductual, con ayuda farmacológica si fuera necesario, será el mejor método, demostrado, para trabajar en la correcta dirección hacia la sanación del Trastorno de Ansiedad.Autora: Marta Camacho Calvo (Psicóloga de Psicomaster)
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