Érase una vez el bebé Orangután Suryia y su amigo, el perro Roscoe… No, no se trata de uno de mis cuentos. Es una historia real de amistad entre animales de diferentes razas.
Según Agustín López Goya, director de biología del Zoo Aquarium de Madrid, no podemos llamar a este tipo de relaciones amistad ya que estaríamos “atribuyendo sentimientos humanos a otras especies”, aunque lo cierto es que, a juzgar por las imágenes, una servidora no podría calificarlo de otra manera.
Lo correcto sería, según López Goya, hablar de “relaciones afiliativas”. Es decir, son comportamientos que nos recuerdan a la amistad, pero que o bien son diferentes o bien no sabemos lo suficiente de ellos, por lo que no deberíamos inferir actitudes humanas.
Este tipo de comportamientos también son una muestra de la empatía que sienten los animales, “sobre todo las especies más inteligentes -apunta López Goya-, como primates y mamíferos marinos”.
Otra muestra de ese sentir común es la reacción que tienen algunos mamíferos al llanto de una cría. Incluidas las humanas. Ocurre entre muchas especies, aunque la más documentada es la que se produce entre bebés humanos y perros.
La historia de Suryia y Roscoe llega al corazón. Suryia, pequeño orangután huérfano, entró en una profunda depresión con la pérdida de sus padres. Los cuidadores valoraron la posibilidad de medicar a la cría con antidepresivos ya que su vida corría peligro. Pero entonces llegó Roscoe. Se trataba de un viejo y enfermo mestizo que despertó la chispa de vida que había dejado de brillar en Suryia.
Pero no son los únicos…
Estos dos cachorros de tigre blancos fueron separados de su madre después de que su recinto se inundara durante un huracán. Afortunadamente, han sido adoptados en una reserva de animales de Estados Unidos. La chimpancé Anjana y su cuidadora, China York, se han hecho cargo de su cuidado.
Kasi y Mtani se han criado juntos desde cachorros en Bush Gardens, Estados Unidos. Cuando llegaron a la adolescencia siguieron siendo buenos amigos y, ya adultos, no es raro verlos juntos dando paseos por el parque.
La familia Dahlhaus encontró un lechón de jabalí muerto de hambre en un campo al suroeste de Alemania y se lo llevaron a casa. Entre su perro de raza terrier y el pequeño jabalí se ha creado un fuerte vínculo.
La historia del tigre Shere Khan, el oso Baloo y Leo el león es muy triste, pero con final feliz. Los tres fueron rescatados de un traficante de drogas que no tenía otra cosa que hacer que coleccionar animales salvajes. El trato era inhumano ya que, entre otras cosas, el dueño nunca se molestó en ajustar el collar de Baloo según crecía el animal, lo que le provocó terribles dolores y cicatrices. Debido a lo que han sufrido juntos, entre los tres existe una relación especial. Están bajo el cuidado del Noah’s Ark Animal Sanctuary, en Estados Unidos.
Precioso.
Un saludo :)
Olivia
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