Alteraciones del afecto sobre la autoestima

 

Hoy vamos a hablar sobre aquellas alteraciones en la afectividad que en muchos casos pueden llevarnos a una baja autoestima.

Estas alteraciones en el afecto aparecen muchas veces en la clínica y, para ello, es importante saber identificarlos para poder tratarlos de la forma más adecuada posible.

 

Baja autoestima por Trastornos del Afecto

Afecto aplanado: Ausencia o casi ausencia de cualquier signo de expresión afectiva.

Afecto embotado: Reducción significativa de la intensidad de la expresión
emocional.

Afecto lábil: Variabilidad anormal en el afecto, con cambios repetidos, bruscos y rápidos de la expresión afectiva.

Afecto restringido: Reducción de la gama e intensidad de la expresión emocional.

Afecto inapropiado: Discordancia entre expresión afectiva y el contenido del habla o ideas del paciente.

Alteraciones sintomáticas de la afectividad

Las alteraciones sintomáticas del afecto que más se relacionan con la baja autoestima son:

Tristeza Patológica
Anhedonia
Ansiedad y angustia
Disforia
Inadecuación afectiva
Labilidad Afectiva
Alexitimia
Rigidez Afectiva
Frialdad o indiferencia afectiva
   

Tristeza Patológica

Este estado de ánimo bajo puede aparecer de forma aguda (más típico en las depresiones endógenas) o instaurarse de forma insidiosa y progresiva sin aparente sensación de ruptura biográfica.

 

Anhedonia

La anhedonia es la disminución o la desaparición de la capacidad para obtener placer en circunstancias que con anterioridad sí lo procuraban. Refleja un bloqueo de la capacidad de recompensa ante estímulos habitualmente placenteros y reforzantes, que lleva al sujeto al aislamiento o a la improductividad.

Es uno de los síntomas depresivos más habitual, pero puede aparecer en otros cuadros clínicos como la esquizofrenia.

 

Ansiedad y angustia

Existen múltiples definiciones de la ansiedad, pero todas concuerdan en que consiste en una respuesta emocional compleja, potencialmente adaptativa y fenomenológicamente pluridimensional, en la que coexisten una percepción de amenaza al organismo (más o menos definida) con una activación biológica orientada a reaccionar ante tal percepción.

También puede aparecer en crisis existenciales o reacciones vivenciales.

 

Disforia

La disforia es un síntoma de difícil definición que se utiliza para señalar la sensación de malestar que predomina en algunos cuadros afectivos. Es un humor displacentero, común en ciertos estados depresivos y que aparece comúnmente en personas con baja autoestima.

 

Inadecuación afectiva

Cuando las emociones del sujeto no se corresponden de un modo natural con el contenido de sus vivencias, incluyendo la conciencia de sí mismo y su entorno. Un paciente explica que está siendo maltratado de diversas maneras y al mismo tiempo que lo explica se ríe de una manera incontrolada.

 

Labilidad Afectiva

Rápidos cambios en cuanto al estado emocional y en general independientes de estímulos causales externos. Pueden aparecer episodios con alta autoestima y otros con baja.

 

Alexitimia

Incapacidad para identificar los sentimientos y dificultad para diferenciar dichos sentimientos de sensaciones físicas

Incapacidad para expresar, comunicar o describir sentimientos

Vida fantástica empobrecida con dificultades para construir conceptos abstractos

Pensamiento operativo (es decir, tendencia a realizar descripciones detallistas repletas de datos superfluos pero ausentes de contenido emocional o personal).

Rigidez Afectiva

El paciente tiene sentimientos y emociones fijos y persistentes que no se modulan o varían según las circunstancias externas.

 

Frialdad o indiferencia afectiva

Consiste en la carencia o pérdida de la capacidad de presentar respuestas afectivas o flexibilidad y modulación de las emociones, así como en la indiferencia emocional. Son personas frías, insensibles, indiferentes e incapaces de involucrarse emocionalmente en sus actos.

 

Relación entre las alteraciones afectivas y la autoestima

Sabemos que hay una elevada correlación entre la autoestima y diversos factores como son las relaciones sociales, el desempeño en una tarea, el autoconcepto, la edad, el nivel madurativo…

Y en este artículo queremos destacar que al autoestima también se ve altamente afectada cuando hay una alteración en la esfera afectiva. Si la autoestima es la estima que tenemos hacia nosotros mismos, la afectividad es el conjunto de elementos emocionales nuestros y de otros que ayudan a entender nuestra vida emocional. 

En algunas ocasiones autoestima y afectividad correlacionan, pero como hemos visto, en otras situaciones no es así (como es la inadecuación afectiva).

A la hora de tratar la autoestima es importante ahondar más allá del afecto superficial para entender cómo es la vida emocional interna del paciente, cómo expresa las emociones, cómo las identifica, cómo percibe emocionalmente los estímulos externos, y de esta manera poder ayudarle a entenderse mejor y trabajar áreas vitales como la autoestima.

 

 

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